Huajicori y la delgada línea entre el protocolo y la realidad

Sumario: Dos hechos violentos en una noche revelan la fragilidad operativa en la sierra nayarita.
Por Manuel Rueda / Editorial
La narrativa oficial y lo que deja fuera
El comunicado de la Secretaría de Seguridad de Nayarit describe lo ocurrido en Huajicori con precisión quirúrgica: agresión, reacción protocolaria, refuerzo operativo, condena institucional.
Pero entre línea y línea, lo evidente es lo que no se dice: la vulnerabilidad de los policías que patrullan sin más respaldo que su propio instinto.
Huajicori: entre la geografía y el abandono
La sierra es bella, sí, pero también profunda, aislada y difícil de vigilar. Para los policías municipales y estatales, es un territorio donde el tiempo de respuesta se estira, donde la comunicación falla y donde las agresiones ocurren en segundos.
La muerte de un policía municipal la misma noche del ataque a la Policía Estatal no puede leerse como un hecho aislado; es la consecuencia de operar al límite, con pocas unidades y protocolos que no siempre alcanzan.
BOI: presencia reactiva, pero no suficiente
Sumar a la Base de Operaciones Interinstitucionales ayuda a contener el momento, pero no resuelve el fondo.
Los refuerzos llegan después, cuando la violencia ya ocurrió.
Además, la población queda atrapada entre el miedo y la incertidumbre: ¿qué está pasando realmente en esas comunidades? ¿Por qué la información es tan escasa?
Un mensaje que se repite demasiado
“Refrendar el compromiso”, “trabajar de manera firme”, “garantizar la paz”: la retórica oficial se ha vuelto un eco constante.
Pero mientras ese eco suena, un policía perdió la vida.
Los comunicados deben informar, sí, pero también asumir que la ciudadanía demanda claridad, contexto y acciones visibles.
Un llamado necesario
Lo de Huajicori no es un hecho aislado: es una señal.
Una señal de que se necesita una revisión profunda del modelo policial municipal en zonas rurales, del armamento, del acompañamiento y del apoyo psicológico.
Porque de nada sirve “condenar los hechos” si no se trabaja en evitar que vuelvan a repetirse.
🎙️ COMENTARIO EDITORIAL

