El principito, que me hacía muchas
preguntas, jamás parecía oír las mías.
Antoine de Saint-Exupéry
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimados lectores gracias por su tiempo. Un año no ha sido suficiente para que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se muestre como un gobernante para todos, sin distinciones. La fiesta en el Zócalo de la Ciudad de México fue una reunión muy al estilo del viejo régimen, con acarreados, come tortas y los afines, en la honestidad del tabasqueño no hay lugar para reconocer que las cosas no van bien.
Aunque se quiera minimizar las protestas que se llevaron a cabo a unos cuantos kilómetros de donde López daba su discurso triunfalista, estas manifestaciones existieron. Muy a pesar de que las convoquen o participen quienes en el pasado desperdiciaron su oportunidad de cambiar al país como Vicente Fox y Felipe Calderón -sin ninguna autoridad moral- el descontento va creciendo, la violencia no cede y ante eso no se puede ser indolente, ese fue el pecado durante la docena trágica que gobernó el PAN.
Estas manifestaciones se reprodujeron en otras ciudades y estados donde la gente tiene miedo, los secuestros, la extorsión y las ejecuciones son parte del terror cotidiano, las víctimas no deben ser politizadas, sino atendidas. Hay territorios perdidos donde gobierna el narcotráfico desde hace años. La paz social es la gran promesa incumplida de López Obrador, pero lo alarmante es que los indicadores nos dicen que este año será el más violento. ¿Eso es algo para presumir? ¿Eso es ser diferentes como pregonaban en la campaña?
Lo verdaderamente cierto es que esto ya cambió, para bien o para mal, estamos viviendo un parteaguas histórico, con un presidente que acumula el poder, que es caprichoso, que no escucha y que destruye al que no piensa como él, que polariza y eso resulta peligroso porque puede haber enfrentamientos.
Al presidente ya se le terminó la narrativa y la luna de miel con quienes lo veíamos con buenos ojos, quienes le dimos el beneficio de la duda. Comienza el segundo año de gobierno y los resultados deben de verse o por lo menos mirar hacia dónde vamos en los social, lo económico y el gravísimo problema de la seguridad.
No ha cumplido con llevar ante la justicia a Peña Nieto y toda su banda que tanto daño le hizo al país en el sexenio pasado. De esos esos que eran la «mafia del poder» no se ha desmarcado señor presidente, por lo que toma fuerza la hipótesis del pacto para llegar a la presidencia, ¿o de eso se trataba la amnistía?
Este segundo año es el tiempo de las definiciones. Veremos cómo se comporta durante el proceso de elección en Estados Unidos, cuando Trump se ponga violento contra México, no podrá titubear. Veremos cuál es la postura para firmar el Tratado De Libre Comercio y las nuevas peticiones que imponga el inquilino de la Casa Blanca.
Las administraciones pasadas fueron responsables de como dejaron el país en el 2018, pero ya es tiempo de asumir la responsabilidad. Insisto señor presidente a mí no me da gusto que le vaya mal, porque nos va mal a todos, solo le recuerdo su promesa de que no tiene derecho a fallar.
Entre palabras
Está por cumplirse un año de la llegada de Claudia Sheinbaum al Gobierno de la Ciudad de México. Su administración ha sido gris, ojalá que su jefe le permita de una vez, ser la jefa de gobierno, déjese de sueños guajiros, por ahora no tiene posibilidad de ser presidente.
Escríbeme tus comentarios al correo electrónico suartu@gmail.com y en Instagram @arturosuarez_.
Muchas gracias y hasta la próxima.