Por Sergio Mejía Cano
Vuelve a saltar a la palestra el tema de Mario Aburto Martínez, acusado de ser el asesino único del candidato a la Presidencia de la República Mexicana, Luis Donaldo Colosio Murrieta, aquel fatídico 24 de marzo de 1994. Esto debido a que Aburto Martínez recibió un amparo con el que se supone que podría salir libre, por no haber sido procesado debidamente.
Sin embargo, ya se pusieron a andar las maquinarias para evitar que salga libre o se le cambie la sentencia, ya que en dado caso se caería el esquema de la impartición de justicia, una justicia que, en nuestro país, ya tiene muy poca credibilidad, por lo que de ser liberado o que se cambiara cualquier tipo de su sentencia, se podría venir abajo todo el tinglado que se armó para culparlo y hacerlo parecer como el asesino solitario; algo que la mayoría de los mexicanos no cree en lo absoluto, pues al paso de los años se ha documentado que Colosio Murrieta no murió a causa de un solo disparo, sino dos: uno en la cabeza y otro en el abdomen, pero de diferente calibre ambos disparos.
Por esto mismo de los dos disparos, desde siempre ha sido cuestionado por la opinión pública que Mario Aburto haya actuado solo y nomás para hacerse notar o porque se le ocurrió asesinar al candidato priista, tal y como se llegó a afirmar constantemente en los medios.
Pero hay otra cuestión que desde el primer momento en Mario Aburto que fue presentado ya preso ante los medios informativos despertó muchas sospechas. Pues presentaron a un Mario Aburto muy diferente al que se detuvo inmediatamente después del asesinato, un Aburto más moreno, con pelo ondulado y más oscuro, más delgado y, además, con un lunar en la cara, en la mejilla izquierda, un lunar que uno de los fiscales encargados del caso llegó a decir que era una gota de sangre y no un lunar.
Han salido series y documentales respecto a este triste acontecimiento en donde se cuestiona claramente que el Aburto hoy preso sea el mismo que se detuvo inmediatamente después del asesinato en Lomas Laurinas, una colonia o barrio en Tijuana, Baja California.
Es obvio que existen fuerzas oscuras que tratarán de impedir a toda costa que Mario Aburto salga libre o se le cambie la sentencia, porque posiblemente destaparía una cloaca en el sistema de justicia de nuestro país que confirmarían infinidad de sospechas sobre muchos presos sentenciados o sin sentencia, como el caso de Israel Vallarta, porque no obstante haberse comprobado que su detención junto con su supuesta novia de origen francés, Florence Cassez, ahora se sabe y se ha comprobado que todo aquello fue un vil montaje como tal vez muchos otros, pero que no se sabía debido a que no existían las redes sociales y la opinión pública por lo regular se atenía nada más a lo que se informaba en los medios televisivos e impresos, noticias que si bien prendían la sospecha de la opinión pública, así quedaban como noticias oficiales y supuestamente verídicas y no había más.
Eso de que Mario Aburto sea el asesino solitario, sí que en verdad es un insulto a la inteligencia de la mayoría de los mexicanos, pues cómo pudo efectuar dos disparos y de diferente calibre y más inaudito aún: cómo pudo acercarse al candidato de tal manera siendo que el candidato ultimado era cuidado y protegido por el Estado Mayor Presidencial, así como sus propios guardaespaldas. Y, si en verdad hubiese estado bien protegido, por más rápido que hubiese sido quien disparó el arma a la cabeza de Luis Donaldo Colosio Murrieta, siempre hay un instante, por mínimo que este sea para haber dado un manotazo a la mano que sostenía la pistola.
Existe la posibilidad de que tal vez no se le cumplió con lo convenido y prometido con tal de declararse culpable al actual Mario Aburto, de ahí que ya desde hace un buen tiempo haya comenzado a protestar e interponer amparos. A la mejor aquellos que le hayan prometido algo ya le dieron la espalda, otros han desaparecido físicamente o perdieron su estatus y ya no tienen ningún poder para poder cumplirle a Mario Aburto lo que le prometieron si se declaraba como el único que disparó contra Colosio Murrieta.
Sin embargo, tal vez jamás se llegue a saber la verdad sobre este asesinato de un político mexicano de altos vuelos que aspiraba a ser presidente de México. Este próximo 22 de noviembre se cumplen ya 60 años del asesinato del presidente norteamericano John F. Kennedy y hasta el día de hoy, puras especulaciones al respecto, por lo que tal vez suceda lo mismo con el tema de Colosio.
Sea pues. Vale.