“Uno de los castigos por rehusarte
a participar en política, es que terminarás
siendo gobernado por hombres inferiores a ti”:
Platón.
Por Mtro. Andrés García Torres*
Los Partidos políticos son instituciones de interés público y que reciben prerrogativas o dinero público para sus actividades, están regulados por la ley y preponderantemente son el único medio de acceso probado a la representación popular en los puestos de elección.
Hoy día salvo las dos mujeres que aspiran a ser candidatas a la elección presidencial y en la entidad el promocional de Nacho Flores como precandidato al Senado de la República es todo lo que tenemos. En estricto sentido, deberíamos escuchar en los medios oficiales por lo menos, el nombre de los aspirantes a alguna candidatura de 7 o más partidos políticos, por dos fórmulas de Senadores y Tres de Diputados Federales, esto multiplicado por siete o más partidos políticos y a su vez ese número (35) por el número de aspirantes registrados en cada instituto político de acuerdo con los porcentajes de tiempo en radio y televisión que les tenga asignado la autoridad electoral.
Pero no, no es el caso; en Nayarit soló hemos escuchado tres nombres en la radio en tiempos oficiales: Las dos opciones contrapuestas a la Presidencia de la República y un precandidato a Senador. Del ámbito Local, creo aún no son los tiempos, pero estimo que se van a reservar los nombres y dejaran pasar el tiempo legal de precampañas para apostarle a la nomenclatura partidista y registrar a sus candidatos sin procesos internos como lo marca la ley.
Los procesos internos son precisamente para que los militantes y simpatizantes de los partidos políticos seleccionen a sus candidatos de acuerdo con sus estatutos, con métodos democráticos. Sin embargo, la ciudadanía no está enterada de absolutamente ninguna convocatoria, de ningún partido político para participar en sus procesos internos. Algunas opciones partidistas se jactan de que no se ocupa ser militante para participar en sus procesos internos. Es pura bazofia, tampoco convocan a la ciudadanía.
Yo creo que en los tiempos de Platón y en los actuales con mayor vigor, no es que la gente se rehúse a participar en política, más bien, se le impide participar, se le amenaza, amedrenta, intimida o atenta contra ella. Sólo su voto es el único instrumento y vestigio de derecho político ciudadano y herramienta democrática y el único interés de los partidos políticos en el ciudadano.
Los partidos políticos no están cumpliendo con su propósito constitucional, cuestan dinero público y del ciudadano-elector sólo quieren su voto, más no su “participación”. Son los mismos personajes de hace treinta años o los designados por éstos al interior de cada cogollo político.
La última elección extraordinaria por cierto para elegir un senador suplente, se obtuvo dicha representación con el diez por ciento del electorado; a la gente no le interesa votar a alguien que no conoce y que no se le consultó en los procesos internos partidarios para postularlos.
Los procesos internos de los partidos políticos deberían ser una fiesta democrática de cara al pueblo a quienes se deben y quienes son los que con sus impuestos los mantienen, pero no sólo eso; en su carácter de entidades de interés público, deberían acreditar que lo son. No sólo decirlo. Porque no es verdad.
Por último, creo cuestionable el tema de las encuestas telefónicas para seleccionar candidatos en un proceso interno, porque la naturaleza del proceso interno es entre militantes y simpatizantes partidarios y la llamada telefónica a erga omnes pues es realmente abierta a cualquier ciudadano independientemente de su filiación o fobia política.
Es muy apresurado para saber si la gente votará “razonadamente” el próximo junio, pero se antoja hoy día inapetente; justo porque los ofertadores detentadores de la verdad democrática, no lo hacen o no lo quieren hacer atractivo a los ciudadanos de a pie.
*El autor es abogado postulante, escritor de artículos de opinión desde 1999, politólogo empírico y paráclito de sus propias causas.