septiembre 14, 2024

La inmortalidad prevalece

en los recuerdos

Eliécer Brenno

Por Luis Bravo

En la elegante sede de la Fundación Vizcaya, se abrieron las puertas a una exposición pictórica que trasciende el lienzo y se adentra en el corazón de quienes la contemplan. La artista plástica Corina Enríquez, considerada la más talentosa y preparada de su generación, nos sumerge en un mundo donde la memoria y el olvido se entrelazan con la pasión y la tristeza.

La muestra, que lleva por título “Entre el Olvido y la Memoria”, presenta personajes contemporáneos del colectivo popular. Aquellos a quienes hemos cruzado en las calles de Tepic, que han dejado huella en nuestra alma y que, gracias al pincel de Corina, cobran vida nuevamente sobre el papel. No es solo una exposición, sino un acto de justicia para aquellos que han permanecido invisibles ante nuestros ojos.

Al recorrer la galería, uno se llena de emociones encontradas. La vergüenza de no haber prestado suficiente atención a estos seres anónimos, la tristeza al recordar sus historias y el orgullo de saber que ahora son inmortales. Corina Enríquez ha logrado capturar su esencia, su humanidad, y plasmarla en cada trazo, en cada sombra.

El último cuadro es el más impactante. Allí, el personaje nos pega de una manera cruel y cruda en la cara y nos recuerda lo viles que somos en esta sociedad, personaje y memoria se funden en un abrazo eterno, como si la línea divisoria entre el olvido y la memoria se hubiera desvanecido. Las lágrimas brotan sin control, porque esta exposición nos recuerda que todos somos parte de una misma historia, que nuestras vidas se entrelazan y que, al final, el arte nos une.

Sin embargo, como en toda obra maestra, hay un detalle que empaña la perfección. A pesar de ser un proyecto apoyado por el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA), la inauguración pasó desapercibida para muchos. El Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit (CECAN) no estuvo presente, y la historia seguramente les cobrará factura por su indiferencia.

No pierda la oportunidad de visitar esta exposición única. Estará abierta al público durante todo un mes en las instalaciones de la Fundación Vizcaya, aquí en Tepic. Corina Enríquez nos invita a cruzar la línea entre el olvido y la memoria, a reconocer la belleza en lo cotidiano y a celebrar la inmortalidad que el arte nos regala.

Nota del autor: Agradezco a Corina Enríquez por su sensibilidad y su capacidad para hacernos sentir parte de su mundo a través de su arte.

 

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