Dedicada a Katalina la bella
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado lector, gracias por su compañía. Lo he dicho una y otra vez en este espacio, el ejercicio de la conferencia de prensa denominada «la mañanera» de López Obrador, se está desgastando severamente, a eso hay que sumarle el mal humor que tiene últimamente el tabasqueño y su ninguneo por temas verdaderamente relevantes como la violencia de género, la falta de medicamentos y transparencia en algunas dependencias.
En ese marco se da un enfrentamiento entre reporteros de la fuente y los otros, esos «reporteros» que preguntan a modo al presidente para salvarlo cuando las cosas se ponen calientes y se tensan por verdaderos cuestionamientos de quienes si publican y ejercen el oficio. Son los mismos que ponen en la picota a otros periodistas incómodos, como si existiera una consigna o estrategia para después cerrar la pinza en las redes sociales y hacer un linchamiento mediático con bots.
Prácticamente aplican una máxima de López Obrador –que es un dicho popular–, «la calumnia cuando no mancha tizna» y lo aplica muy bien el cerebro detrás de los «reporteros», ese que les paga la cuenta cuando van a un conocido desayunador de la Avenida Juárez y que ellos cínicamente presumen, son prepotentes porque se sienten protegidos, eso sí una sola nota o un trabajo serio no se les conoce.
Una máxima del periodismo es no convertirse en activista, porque nubla la visión del reportero, eso no implica que el trabajo periodístico tenga un sentido social o ayude al activismo, a la denuncia y la crítica, a dar voz a quienes no la tienen, estos son principios básicos en los años de formación, pero estos no entienden de que se trata. Ahora no pueden acusar a nadie de «chayoteros» o vendidos, ¿Con que autoridad moral?
La comunicación social de presidencia está en riesgo y es un buen momento de que López Obrador de un manotazo y ponga orden, que se tome con seriedad y se restablezca ese ejercicio de comunicación directa que se pretende. El enfrentamiento entre los «reporteros» que se convirtieron en monstruitos de Jesús Ramírez Cuevas, contra los PERIODISTAS, es el inicio de un conflicto que puede escalar.
Por eso le tomamos la palabra señor presidente, predique con el ejemplo que tanto pregona, súbale el nivel a «la mañanera», ya no divida, ponga orden, y no es una petición para el cambio de Ramírez Cuevas, aunque relevo tiene y despacha junto a su oficina, se llama Cesar Yáñez.
Entre Palabras
Matan en dos meses a 254 mujeres en México… ¿No les parece motivo suficiente para protestar?
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Gracias y hasta la próxima.