Por Sergio Mejía Cano
Todo habría estado bien de no ser por lo que ya se ha hecho cotidiano últimamente en la mayoría, si no es que en todas las marchas del tipo que sean: el vandalismo. Si lo que querían era llamar la atención algunas mujeres, pues vaya que lo lograron; y más, porque si querían adhesión a su movimiento de protesta lo lograron, pues hoy la mayor parte de la población desaprueba los destrozos y demás daños que hicieron no nada más a vidrieras, sino a los edificios públicos.
¿Quién gana y quién pierde con tanto destrozo? Pues obviamente que nadie más que los encargados de limpiar el tiradero posiblemente al inflar las facturas de lo que usaron para la reparación de los daños.
Queda claro que las mujeres han sufrido infinidad de agresiones desde que el ser humano apareció en el planeta; sin embargo, no es con esta violencia como van a resolver el asunto. Desde luego que no se generaliza echándole la culpa a todas las féminas participantes en la marcha para conmemorar el día de la mujer que, en realidad, al igual que el 1 de mayo, deberían de ser días de luto y silencio por cómo se dieron los acontecimientos que dieron pie a estas celebraciones; pero ¿qué no hubiera sido posible que entre las demás participantes en esta marcha del 08 de marzo pararan a las más radicales? Porque es obvio y lo dicen las imágenes de que hubo infiltrados en la marcha.
No es entendible por qué los gobiernos tanto federal como estatales y municipales hayan permitido que se pintarrajearan edificios y tratado de destruir monumentos y edificios públicos y privados con el argumento de no caer en provocaciones. Porque se pudieron haber detenido a las personas que estaban haciendo los destrozos y pintas en el entendido de que serían arrestados en flagrancia, y flagrancia muy evidente desde luego, pues las imágenes de los videos y fotografías que han circulado en los medios informativos y desde luego en las redes sociales no dejan lugar a dudas de que estaban causando daños tanto a la propiedad pública como a la privada y se supone que esto no debería ser permitido bajo ningún concepto.
¿Cómo es posible que, si un ciudadano se está orinando en la vía pública, como por arte de magia le cae manotas, la chota, y de inmediato es detenido y hasta encarcelado por faltas a la moral? Entonces ¿es peor orinar en la vía pública que pintarrajear o tratar de destruir un inmueble, monumento o tan siquiera su base como se ve que estaban haciendo con la base de la estatua famosa de “El Caballito” en la Ciudad de México?
Piensa mal y acertarás se ha dicho con gran verdad, y es de pensarse el que las autoridades no hagan nada con el pretexto de no caer en provocaciones, ¿por qué? Porque cualquier otro día ¿a poco van a permitir las autoridades que una persona rompa un aparador o que llegue y pintarrajee la puerta del Congreso o del Palacio de Gobierno así nomás? Obviamente que cualquier autoridad que esté cercana o hasta un simple ciudadano podría tratar de impedirlo, y si se detiene a la persona que intentara hacer algún daño a un edificio público, desde luego que iría de inmediato a calentar cemento; así que sea una marcha o un día cotidiano cualquiera, esto no se debe de permitir bajo ninguna circunstancia.
También se dice que por una pierden todas, por lo que si lo que querían las mujeres era recibir apoyo de la demás ciudadanía, con estos actos vandálicos perdieron esa capacidad; aunque claro que hay gente que apoya la violencia manifiesta en esta última marcha, dizque solamente así se van a hacer notar y les van a hacer caso en sus demandas de que “ya basta ni una más”; sin embargo, ¿qué se podría hacer en contra de la violencia intrafamiliar? Absolutamente nada en cuento alguna pareja comienza a discutir y los gritos suben de tono hasta que el macho ya sin argumentos y por miedo a ser vencido con palabras recurre a la violencia haciéndole daño a la mujer, y en estos casos es imposible que las autoridades adivinen en qué casa se va a efectuar un acto de daño a la mujer.
Y a propósito de daños a las mujeres, es probable que muchas de las que cometieron actos vandálicos este 08 de marzo hayan descargado de este modo sus frustraciones tanto maritales como de pareja o de su vida en sí, porque quien está a gusto consigo misma no recurre a la violencia ni se desquita con alguien más que con ella misma.
Así que más bien ha sido un acto muy reprobable por los destrozos causados, porque no remediaron nada en lo absoluto, sino que le echaron más leña al fuego.
Sea pues. Vale.