“Solo los vendepatrias piden ayuda extranjera”: Sheinbaum en Veracruz
>> En la conmemoración del 111 Aniversario de la Gesta Heroica del Puerto de Veracruz, la mandataria reiteró que «México es libre, soberano y no aceptará injerencias».
Staff Tu Revista Perfiles
Veracruz — Con un discurso cargado de simbolismo histórico y crítica frontal, la presidenta Claudia Sheinbaum arremetió contra quienes promueven la intervención extranjera para resolver los desafíos de seguridad en México. Durante la conmemoración del 111 Aniversario de la Gesta Heroica del Puerto de Veracruz, la mandataria calificó como «vendepatrias» a quienes abogan por buscar apoyo externo y reafirmó: «México es libre, soberano y no aceptará injerencias».
Soberanía vs. colaboración: el equilibrio en la relación con EU
En un acto frente a militares, funcionarios y ciudadanos en el puerto que resistió la invasión estadounidense de 1914, Sheinbaum trazó un paralelismo entre el pasado y el presente. Criticó a Victoriano Huerta —a quien llamó «traidor»— por facilitar la intervención extranjera hace un siglo y advirtió que hoy, como entonces, «solo los que no aman a la patria piden ayuda fuera».
Sin embargo, aclaró que la colaboración con Estados Unidos en temas como el combate al fentanilo —droga que México ayuda a interceptar «por razones humanitarias»— no implica subordinación: «No somos colonia ni protectorado. Hay respeto mutuo, pero nuestra política de seguridad no se negocia», afirmó.
La raíz social de la violencia
Más allá de la retórica soberanista, Sheinbaum enfatizó que el combate a las adicciones y el crimen requiere atender causas profundas: «No basta confiscar drogas o detener delincuentes. Hay que rescatar a los jóvenes de la violencia con oportunidades», declaró, aludiendo a programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro y becas educativas.
Este mensaje, dirigido a una región azotada por el narcotráfico, buscó conectar con una ciudadanía fatigada por la inseguridad. «La soberanía no es solo un discurso: es dar alternativas a quien hoy elige entre la escuela o el crimen», subrayó.
México y EU: ¿socios o rivales?
La presidenta reconoció la interdependencia económica con Estados Unidos —destacando que 40 millones de mexicanos viven allí y más de un millón de estadounidenses residen en México—, pero insistió en que la relación debe ser «de complementariedad, no de sumisión».
«Nuestra alianza es clave para competir frente a Asia o Europa, pero siempre con respeto», afirmó, en un guiño a las tensiones comerciales globales. Pidió avanzar hacia una integración continental «sin imposiciones», aunque omitió referirse a desafíos inmediatos como el flujo migratorio o las presiones antidrogas del gobierno de Trump.
El fantasma de la historia
Al evocar las Notas Diplomáticas de Venustiano Carranza —que en 1914 rechazaron la invasión estadounidense—, Sheinbaum envió un mensaje a su base más nacionalista: «Hoy como ayer, defender la patria es no claudicar».
Sin nombrarlo, su discurso también pareció responder a críticos internos y externos que exigen mayor firmeza ante el crimen organizado. Para la mandataria, la solución no está en «importar estrategias», sino en «fortalecer la justicia social» y blindar la autonomía.
En Veracruz, tierra de caudillos y batallas, la presidenta dejó claro que su brújula política apunta a un nacionalismo social: ni aislamiento ni subordinación, sino soberanía con justicia. El reto ahora es que las palabras se traduzcan en hechos para quienes exigen vivir sin miedo.
