Tocando puertas y escuchando a la gente: Geraldine Ponce responde a colonias

>> Con presencia y acción, el jefe del gabinete del ayuntamiento de Tepic, Alejandro Galván, dio seguimiento a compromisos planteados por los CAC’s.
Por Manuel Rueda
Tu Revista Perfiles
En Tepic, las soluciones ya no se gestionan desde escritorios fríos ni con respuestas burocráticas. Hoy, el gobierno municipal, liderado por Geraldine Ponce, está apostando por una fórmula tan sencilla como poderosa: escuchar y actuar.
Este martes, el jefe de gabinete, Alejandro Galván, recorrió las colonias Molinos del Rey y H. Casas, donde no llevó promesas, sino resultados. Su presencia no fue simbólica: fue para dar seguimiento real a los compromisos que los vecinos, a través de los Comités de Acción Ciudadana, han planteado en los últimos encuentros.
En estos barrios, donde la espera por atención ha durado años, los vecinos empiezan a ver respuestas concretas. Se han resuelto varias solicitudes, y las que quedan, aseguran, “no quedarán en el olvido”.
“Aquí ya no se trata de ver si se puede… sino de cómo y cuándo se hace”, comentó uno de los representantes vecinales tras el recorrido.
Un gobierno que camina las calles
El enfoque de Geraldine Ponce no es solo operativo, es humano y territorial. Su administración ha optado por salir a la calle, mirar de frente a la ciudadanía y resolver desde el territorio, no desde la distancia.
La frase “colonia por colonia” ya no es un eslogan: es una práctica. Desde luminarias hasta rehabilitación de espacios públicos, el gobierno de Tepic se ha volcado a atender las necesidades que por años acumularon polvo y silencio.
“No vamos a permitir que las peticiones ciudadanas se pierdan en el papeleo”, ha dicho la presidenta municipal en diversas ocasiones. Y sus funcionarios, como Alejandro Galván, lo están llevando a la práctica.
Entre charlas vecinales y resultados
En un momento en que muchas ciudades enfrentan la desconexión entre autoridades y habitantes, Tepic da señales de que la política de proximidad es posible, y que aún se puede gobernar con oídos atentos y voluntad.
No se trata solo de cumplir. Se trata de tejer confianza, barrio a barrio, con acciones que hablan más fuerte que los discursos.