septiembre 10, 2025

Senado viene de senectud y sapiencia que dan los años

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alito

Por Sergio Mejía Cano

Patética en verdad la escena que se suscitó en el Senado de la República debido a la agresividad mostrada por el presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) senador, Alejandro Moreno Cárdenas (Alito) en contra del también senador, Gerardo Fernández Noroña; patética porque Alito no respetó en lo absoluto su investidura tal vez al no comprender ni respetar lo que significa ser un senador.

Y a propósito de respeto, en los videos que se han difundido en las redes sociales y portales de internet de diversos medios de información, se mira claramente que tampoco respeta al Himno Nacional, pues mientras la mayoría de los asistentes en la Cámara Alta lo están entonando, se ve a Alito que increpa constantemente a Fernández Noroña, quien sin voltear a verlo dando señales de afirmación, Noroña sigue entonando el himno y, como si llegara a agarrar la onda, Alito ya casi al terminar la última estrofa también se ve que canta.

Cuando termina la entonación de nuestro himno es cuando Alito continúa con sus reclamos, es entonces cuando Noroña le pone más atención a lo que le reclama Alito; sin embargo, como que no le gusta la reacción de Noroña a Alito, por lo que este se altera más de lo que aparentemente ya está tomando del brazo a Noroña y este último reacciona gritándole que no lo toque, pero el jaloneo continúa entre ambos, hecho que hace que empiecen a intervenir otras personas más que están en el entorno, incluso hasta algunas mujeres, sobre todo una de ellas de vestido negro que queda en medio de los dos senadores en disputa la que al parecer recibe parte del golpe que lanza Alito sobre Noroña.

En eso interviene un señor vestido con ropa informal con playera verde y pantalón caqui y portando una especie de vara como un sostenedor de cámara fotográfica o de video al que, al ponerse enfrente de Alito, este lo avienta haciéndolo caer entre las butacas y al estar en el suelo es agredido por otra persona que al parecer le dice algo al caído, lo mismo el senador, Rubén Moreira quien le dice algo al caído señalándolo con el dedo; pero también Alito lo mira al caído y al parecer lo patea y golpea diciéndole algo también,

Pero Noroña no nada más es agredido por Alito, sino que cuando está entretenido pateando al señor que está en el suelo, otro individuo de complexión robusta le tira un puñetazo a Noroña diciéndole de cosas; igual, mientras Rubén Moreira, sin acercarse mucho a Noroña también le lanza algunas palabras cuando Noroña ya desapareció de la escena, por lo que dice Moreira recaen sobre quienes van detrás de Noroña.

Comentando este suceso con unos camaradas y, como para todo hay gente, hubo voces a favor de Alito y en contra de Noroña y viceversa. Quienes se pronunciaron a favor de Alito señalaron a Noroña como miedoso y cobarde; sin embargo, los que estaban a favor de Noroña dijeron que actuó con prudencia al no rebajarse ante la patanería mostrada por Alito. Aparte de que Noroña estaba siendo fuertemente retenido por otras personas sujetándolo de los brazos indicándole que mejor se saliera de ahí; no así Alito, a quien nadie detenía para nada dejándolo de manos y brazos libres, por lo que tal vez por lo mismo, se vio para mucha gente como el triunfador de este lamentable desaguisado.

Así que, sin llegar al romanticismo, sino que, analizado fríamente, la actitud de Noroña tomando la prudencia como una especie de salvación al no bajarse al nivel de agresividad de Alito, tal vez por encontrarse en un recinto que se debe de respetar, ante todo; posiblemente si el pleito hubiese sido en la calle otro gallo hubiera cantado, tal vez. Aunque también esa prudencia se deba a un ejemplo que a muchos de nosotros cuando niños nos han dicho nuestros padres y parientes adultos ante una agresión verbal o física: si un perro te ladra o te quiere morder ni modo que te le pongas enfrente a pelear, así que lo mejor es retirarse lo más pronto posible y lejano de ese can agresivo. Así de fácil.

Se dice que Antonio Fraguas (1942-2018) acuñó la frase: “La violencia es temor a las ideas de los demás y poca fe en las propias”; así que, Alito ha recurrido a la violencia porque no cree en él mismo, mostrando a la vez que ya se le acabaron los argumentos, si es que los ha tenido alguna vez, pues de acuerdo a su falaz comportamiento, no nada más ahora en el senado, sino en otras varias ocasiones desde que asumió la presidencia del PRI y aún con algunos videos mostrados por la actual gobernadora de su estado natal: Campeche.

Sea pues. Vale.

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