A veces nos convertimos en espejos
Por Sergio Mejía Cano
El filósofo, profesor y pensador indio, conocido como OSHO, de quien se dice que al igual que Sócrates jamás escribió un libro, pero que su pensamiento circula en varios libros, entre otras cosas dice que, cuando alguien nos esté agrediendo verbalmente conservemos la calma analizando al agresor, y así comprobaremos que todo lo que te está diciendo esa persona agresiva es precisamente lo que es el concepto en que tenemos a esa persona; es decir, nos toma como un espejo en donde se refleja claramente su personalidad.
Es algo parecido a como a muchos de nosotros nuestros familiares nos han dicho que cuando nos echen la viga o como se dice coloquialmente: nos recuerden el 10 de mayo, aunque no en buena onda, que esas mentadas son como las llamadas a misa: quien quiere va y quien no, pues no va. También es algo a como en los programas del escritor y humorista, Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, en que en algunos programas don Ramón le decía al personaje de el chavo: ¡eres un estúpido! Y el supuesto niño le preguntaba a la vez: ¿Que soy qué? ¡Un estúpido! Entonces el chavo del 8 encogiéndose de hombros nada más decía: ah, sí, sí. Y tan, tan, desarmaba a don Ramón.
Y precisamente esto es lo que pasa la mayoría de las veces, pues si mientras una persona nos está lanzando infinidad de epítetos y uno permanece calmado, aparte de ver y comprobar que todas esas palabras malsonantes encajan perfectamente en quien las está emitiendo, quien al ver que no se le responde en la misma forma su ímpetu agresivo baja considerablemente de intensidad. Caso contrario si a esa persona que agrede verbalmente se le responde en la misma forma, crece la intensidad de la agresión en ambas partes hasta que llega el momento en que al acabarse los argumentos a una u otra parte es cuando se da paso a la agresión.
Cierta vez leí u oí al alguien decir que, como somos agua en la mayor parte de nuestra composición orgánica, el cerebro no está exento de contener este vital líquido, por lo que al empezar a enojarse una persona, esa agua que contiene el cerebro comienza a hervir hasta que el punto de ebullición hace que una persona se ciegue obnubilando su mente y pensamiento a tal grado que es cuando se comete alguna acción más grave como llegar a asesinar a alguien.
Y si bien se dice que un borracho no traga lumbre, se han visto casos en que una persona ebria comete una o varias locuras de las que después no se acuerda, aunque le digan que no se haga, que bien sabía lo que hacía; sin embargo, se ha documentado que en determinado estado de ebriedad se nubla a tal grado el cerebro que, esa persona que está bajo los influjos del alcohol o de alguna otra substancia anabólico, llega el momento en que en realidad no sabe lo que hace o está haciendo; de ahí que en muchas ocasiones a veces como disculpa, quien ha cometido una falta ya sea grave o sencilla diga por lo regular: no supe lo que hacía, palabras que, según se ha documentado, podría ser como un posible desagravio en la culpa o como un atenuante para la pena que se le otorgará a esa persona que actuó mal, pero bajo la influencia de bebidas alcohólicas o estupefacientes.
Volviendo a eso de que a veces le servimos como un espejo a alguien más, lo más probable es que esto le haya sucedido al presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), senador, Alejandro Moreno Cárdenas, más conocido en el bajo mundo de la política como Alito, porque el mismo día del desaguisado en la Cámara de Senadores subió un video a las redes sociales en donde claramente acusa de todo lo que él y sus achichincles hicieron al también senador y todavía en ese momento presidente de la mesa directiva del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, ya que en dicho video afirma que a él, a Alito, Fernández Noroña fue el que lo agredió, lo jaloneó, lo empujó, lo golpeó, lo amenazó, etcétera. Lo malo o peor de esto es que, quienes están a su lado en este video afirman todo lo que está diciendo su presidente, como una aprobación y de que su dizque líder está diciendo la verdad, a pesar de la infinidad de videos que de inmediato comenzaron a circular en las mismas redes sociales y hasta en los portales de internet de los diversos medios informativos.
Y a propósito de los portales de estos medios de información, en la mayoría de ellos dan una información sesgada como tratando de echarle la culpa a Fernández Noroña, si bien algunos no abiertamente, como que se cargan más al lado de Alito.
Sea pues. Vale.
