La marcha por la paz en Sinaloa

Por Sergio Mejía Cano
El pasado domingo 07 de este mes patrio se llevó a cabo una marcha por la paz en Culiacán, Sinaloa y, se dice que algunos ciudadanos también marcharon por el mismo motivo en el bello puerto de Mazatlán.
Según se ha documentado ya tiene más de un año que se incrementó aún mas la violencia en el estado de Sinaloa posterior a la captura, secuestro o entrega del señor, Ismael el Mayo Zambada García a las autoridades de los Estados Unidos; y se incrementó, de acuerdo a lo que se ha publicado desde aquella detención, secuestro o entrega voluntaria del Mayo Zambada debido a un enfrentamiento entre grupos antagónicos (los manitos contra los chapitos) que supuestamente se dedican al narcotráfico.
Le pregunto por medio de wasap a unos compañeros ferroviarios que radican precisamente en la capital sinaloense si mucha gente no sale a la calle por temor a una agresión física sin deberla ni temerla, a lo que la mayoría coincide en responder que mucha gente ha seguido su vida normal y cotidiana, aunque eso sí, algunas personas salen a hacer su vida con la psicosis de la posibilidad de quedar en medio de algún enfrentamiento, pero que hay quien dice que es un temor parecido a ser atropellado, asaltado, caerse del camión, chocar el vehículo en donde viajan, etcétera.
También me comenta otro compañero que a él se le figura que, si bien hay gente que ha sufrido daños colaterales siendo ajenos a cualquier pandilla o grupo criminal o delictivo a veces les toca la de malas; pero que a la mayoría de las personas que les sucede algo es porque tal vez andan o andaban en malos pasos.
Entre compañero jubilado del ferrocarril me hizo un comentario que llamó la atención, pues dice que desde que se incrementó la violencia en Sinaloa, pero sobre todo en Culiacán, la derrama económica bajó considerablemente, pero no nada más en el comercio establecido y la economía informal, sino sobre todo, en bares, cantinas, restaurantes, botaneros, centros nocturnos y otros lugares en donde anteriormente gente con poder económico fuerte acostumbraban a gastar enormes sumas de dinero.
Lo curioso, me comenta el jubilado, es que tiene unos vecinos que siempre o al menos desde que los conoce se han dedicado a trabajar como meseros y que se enteró que habían participado en esta marcha por la paz; así que tal vez al igual que sus vecinos meseros, muchos de los participantes en esta marcha se hayan presentado a marchar, pero con la idea de que todo pudiera volver a la normalidad, es decir, a que siga circulando el dinero como antes, porque tiene entendido este jubilado que sus vecinos se ganaban casi mil pesos de propinas al día.
Así que se intuye que existe la posibilidad de que las persona que podían dejar buenas propinas es gente acostumbrada a gastar grandes sumas de dinero en las parrandas, comidas o cualquier tipo de convivio y, a la mejor es lo que extrañan muchos de los que acudieron a la marcha por la paz.
Obviamente que también muchos sinaloenses y habitantes de Culiacán y otras ciudades en Sinaloa añoran vivir con paz y tranquilidad, pues es lo que la mayoría, si no es que todos los mexicanos de ambos sexos es lo que queremos y para siempre; aunque no sería muy descabellado pensar que también hay muchas personas afectadas por el bajón de la derrama económica, sobre todo en los centros turísticos y de playa, como Mazatlán, pues en su momento se llegó a documentar que, cuando arreció la inseguridad en el puerto, muchos turistas llegaron a cancelar sus reservaciones en los hoteles.
Sea pues. Vale.