LOS INDOLENTES DEL PALACIO…

Sabemos que el espacio
político es el de la
mentira por excelencia.
Jacques Derrida
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estimado amigo lector, gracias por su tiempo. Iniciamos una semana más en la época de la pandemia del COVID-19, una de las más críticas, pero parece que eso no le preocupa mucho al presidente de la República, quien ya anuncia que «se ve la luz al final del túnel», y el deseo ferviente es que tenga razón, pero esa luz apenas será el inicio de nuevos retos para el país en la crisis que viene con un presidente confrontado.
Se necesita ser miope o haber sido adoctrinado para mirar a López sin cuestionarlo y no ver el gran reto que tendremos que enfrentar en los próximos meses, seguramente usted conoce personas que ya han perdido su trabajo, o patrones que han despedido a sus trabajadores porque no pueden solventar los gastos, algunos otros lo han perdido todo y han cerrado sus pequeños negocios.
Y que conste que no se trata de rescatar a los grandes consorcios como en el pasado, esos como bien lo dice López Obrador, pueden sostener a sus trabajadores por un largo tiempo y nadie puede negar que, en varios casos, estas empresas y empresarios han hecho sus fortunas con el trabajo de otros y con el tráfico de influencias. Por eso no puede ni debe medir con la misma vara a todos los empresarios.
Debe cumplir su palabra de que «no todo el que tiene es malvado» que pregona cada que puede, pero claro que no todo el que tiene es malvado, sobre todo quienes con mucho esfuerzo han construido un patrimonio honestamente y esos medianos, pequeños y microempresarios son los mayores generadores de empleos, esos que se están perdiendo cada minuto y serán imposible recuperar, menos los dos millones de los que habla el tabasqueño.
Esos empresarios que no quieren vivir de programas sociales -lo cual en lo personal celebro que existan-, no quieren ser una carga sino abonar a la causa porque los programas sociales no son motor de la economía, quieren las condiciones necesarias para trabajar y crecer, si crecen estos significa empleos, por eso debe replantearse o generar nuevos programas de apoyo, basta de fobias, porque los que se han confrontado con López son grandes empresarios que tienen nombre y apellido, aunque algunos ahora están cercanos al Ejecutivo.
Es tiempo de que López Obrador de un manotazo y llame a los grandes empresarios para que caminen juntos, para buscar inversión tiene que dejar atrás la fobia contra ellos, generada desde la campaña del 2006 cuando iniciaron una guerra sucia, ¿pues no qué él no odia? Mejor tenerlos de tu lado que en tu contra.
Insisto, que se está gestando un frente en contra de López Obrador y su 4T, ahí están inscritos los grandes empresarios, varios gobernadores y sus adversarios de siempre. Para enfrentar la crisis que viene, no conviene estar divididos. Así que todavía es tiempo para desactivar una confrontación más.
Entre Palabras
La censura tiene muchas formas y es una gran tentación para el poder…
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Muchas gracias y hasta la próxima.