mayo 18, 2025

ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y EL OPORTUNISMO POLÍTICO

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“El tirano, que vulneró la legalidad,

apela a la legalidad cuando

se ve vencido”

José Antonio Marina

Por Dr. Pedro Gonzáles Castro y

Dr. Rutilo Tomás Rea Becerra

El 31 de diciembre, China hace un comunicado oficial ante la ONU sobre posibles casos de neumonía en la ciudad de Wuhan y al siguiente día se procede a organizar un equipo de apoyo técnico para enfrentar el brote. Luego de cumplir con una serie de protocolos, se convoca a un Comité de Emergencias que, tras ser consensado, recomienda la declaración de una emergencia de salud pública de preocupación internacional.

De entonces a la fecha, la infodemia y otros eventos han protagonizado los nuevos escenarios. Los mass media y redes sociales no han sido desaprovechados por la oligarquía, en contubernio con políticos oportunistas, para moldear nuestra percepción y representación ante el fenómeno de la pandemia. Claramente, su estrategia sigue a “pies juntillas” la propuesta propagandística de Goebbels.

Protagonizan manifestaciones incendiarias y sus discursos tienen la finalidad de “aniquilar” a quienes no piensen como ellos. Sistemáticamente descalifican y censuran a los medios de información que se oponen a sus ideas y, abiertamente, fomentan un “arte” alienada a sus propósitos. En el caso de Jalisco, invierten grandes sumas para la propaganda y manipulación a través de editoriales como Clío y Vuelta; descaradamente distraen recursos que pudieran ser destinados a solventar los estragos de la pandemia.

Han vertido su discurso de odio sobre la figura del ejecutivo federal, a través de un ataque sostenido mediante calificativos humillantes. Ello, les ha permitido una dispersión sistemática, homogénea y relativamente efectiva de sus consignas. Y, cuando son acusados y exhibidos, sínicamente devuelven “el agravio” en forma de reproche superlativo.

Agazapados, esperan pacientemente a que sus “enemigos” cometan algún error, así se trate de la más mínima simplicidad anecdótica, demagógicamente lo presentan ante la anónima opinión pública como eventos de la mayor gravedad. Variando el ritmo y la forma de sus consignas, repiten una y otra vez un mismo concepto han buscado incrementar la “credibilidad” de sus demandas.

Saturan los entornos de la opinión pública y mediante la generación de un considerable número de fuentes posibles, tendenciosamente omiten logros que ha tenido el ejecutivo federal en materia de políticas públicas. De igual manera, son cuidadosos en ocultar cualquier situación adversa de sus grupos.

En un afán pendenciero, pugnan por destruir la credibilidad de las masas apoyándose en una falsa unanimidad de rechazo a toda propuesta emanada de la presidencia de la Republica. Sínicamente hacen gala de su “capacidad de persuasión” aprovechándose del histórico conformismo social, cuyo origen se enmarca en años de sometimiento y explotación.

Es claro que la oligarquía sigue confabulada a nivel internacional y la relevancia de la actual pandemia la intentan trasladar a un peligroso segundo plano. Lamentablemente, la salud de la población ha sido de su interés solo en términos de ganancia. Alevosamente, desatendieron la infraestructura sanitaria y la atención preventiva, dando ocasión para la reaparición de muchas enfermedades que aparentemente ya habían sido erradicadas o su incidencia disminuida.

Ya desde 2007, la OPS/OMS denunciaba que: “La propagación internacional de las enfermedades infecciosas sigue constituyendo un problema global de seguridad sanitaria, debido a factores que se asocian con el mundo actual interconectado e interdependiente, sobre todo por el desplazamiento de población debido al turismo, la migración o los desastres; el aumento de productos biológicos y de alimentos en el comercio internacional; los cambios sociales y ambientales vinculados con la urbanización, la deforestación y las alteraciones climáticas; así como los cambios en los métodos para procesar y distribuir los alimentos y en los hábitos alimentarios de los consumidores.”[1]

Los signos y síntomas están claros, pero la corrupción y el protagonismo político sigue siendo un problema estructural que debe de erradicarse a través de la inclusión de cada uno de nosotros en la elaboración y ejercicio de las políticas públicas. El día 13 de julio, el mandatario estatal anuncio: “Jalisco está de luto”. Desgraciadamente, no se equivoca. El estado guarda luto desde hace muchos ayeres.

[1] https://www.paho.org/chi/index.php?option=com_content&view=article&id=78:enfermedades-emergentes-reemergentes&Itemid=1005

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