La caída de Gertz Manero y el agotamiento de una Fiscalía sin rumbo

Sumario: La renuncia del exfiscal vuelve a abrir el debate sobre justicia, poder y abusos en México.
Por Sergio Mejía Cano / Columna Con Precaución
Un país que despertó con más preguntas que certezas
Pues vaya polémica que generó en varios sectores de la sociedad el asunto del ahora exfiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero: que si fue removido, que renunció, que lo obligaron a renunciar, que, si le ofrecieron una embajada en un país amigo, tal y como se vio en el contenido de su renuncia.
Ahora sí, citando el clásico “haiga sido como haiga sido”, la mejor noticia fue que Gertz Manero ya no está al frente de la Fiscalía General de la República (FGR). Y afortunadamente, porque —según voces especializadas en procuración de justicia y periodistas serios— su paso por la institución dejó más dudas que resultados.
Un fiscal más interesado en asuntos personales que en la justicia
Durante su estancia en la FGR, el único caso rimbombante y mediático fue aquel escándalo cuando se detuvo a la señora que cuidaba a uno de los hermanos —y supuestamente pareja sentimental— del propio fiscal, acusándola de homicidio por omisión.
Los hijos de la señora declararon en diversos medios que, en realidad, el trasfondo era una disputa por bienes, casas y posibles herencias del hermano fallecido del fiscal. Era el ejemplo perfecto de cómo el poder puede torcer la justicia para fines personales, sin importar la edad, condición o derechos humanos de las personas involucradas.
Expedientes mal integrados, procesos violados y casos que se cayeron solos
El actuar del exfiscal provocó que muchos expedientes se desmoronaran, según analistas:
- investigaciones mal integradas
- violaciones al debido proceso
- falta de seguimiento adecuado
- decisiones que parecían guiadas por intereses, no por la ley
Casos como Emilio Lozoya Austin o Alonso Ancira Elizondo se fueron diluyendo, mientras que denuncias relacionadas con Iberdrola y otras empresas extranjeras quedaron en nada.
Una sombra larga: la Operación Cóndor
Periodistas como Álvaro Delgado Gómez y Alejandro Páez Varela han señalado que, en vez de ofrecerle una embajada, Gertz Manero debería ser investigado. Y es que su trayectoria, especialmente a partir de la década de los 70, está marcada por episodios oscuros.
La famosa Operación Cóndor, en Sinaloa, dejó historias que aún hoy duelen:
- violencia sin identificación clara de quién atacaba
- campesinos atrapados entre grupos armados y militares
- familias enteras huyendo de la sierra
- abusos, exigencias y amenazas que desplazaron comunidades completas
Aquel pasado nunca ha sido revisado con seriedad. Pero ahí está, pesando.
Un cierre que deja un sabor amargo
Entre testimonios de antiguos ferrocarrileros, relatos de la sierra y análisis periodísticos, la conclusión parece inevitable:
Gertz Manero deja tras de sí un legado de arbitrariedades, omisiones y decisiones cuestionables.
Sea pues. Vale.
🎙️ COMENTARIO EDITORIAL

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