Gonzalo Guerrero: el padre del mestizaje y su historia con los mayas

Sumario:
Artículo de divulgación histórica o lo que pretende ser. Gonzalo Guerrero, marino español del siglo XVI, es considerado el primer español documentado en formar familia con los mayas, un antecedente clave del mestizaje en México, cuya historia ha quedado muchas veces en la sombra frente a relatos más conocidos de la Conquista.

Por Raúl Márquez López

Introducción al mito del mestizaje

En el imaginario colectivo de la sociedad mexicana y probablemente de Latinoamérica, se tiene la idea de que Hernán Cortés es considerado el primer español que obtuvo descendencia con alguna mujer indígena, dando así a la formación de una nueva casta; el mestizaje. De alguna manera, esta idea lo relaciona intrínsecamente con la Malinche (Doña Marina) y el hijo de ambos (Martín), pero la historia nos confirma que no es así, existen crónicas y evidencias escritas fundamentadas al respecto de un militar español en ser el primer documentado en lo que a la postre sería la Nueva España.

Primeros viajes y llegada a tierra firme

Antes de arribar a estas tierras, se realizaron expediciones previas a la de Hernán Cortés, comandadas por algunos marineros españoles como: Francisco Hernández de Córdoba en 1517 quien exploró la península de Yucatán, y Juan de Grijalva, que en 1518 llegó más al norte hasta arribar a San Juan de Ulúa, las cuáles, cabe señalar, no fueron con fines de conquista.

En una de estas expediciones a tierra firme nuestro personaje biografiado al que hacemos mención, es ni más ni menos que Gonzalo Guerrero, marino español, nacido alrededor del año 1470 en Huelva, España. Personaje controvertido sin lugar a dudas, esta es su historia: En 1512, sufre un naufragio en el mar Caribe con el resto de la tripulación frente a las costas de lo que hoy podemos señalar como el estado de Quintana Roo.

Vida con los mayas y rechazo a Cortés

Prácticamente casi todos los marinos perecen ahogados, los pocos que llegan a salvarse consiguen nadar hasta la playa pero son rápidamente aprendidos por una tribu maya de la zona y son asesinados, excepto Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero, los cuáles logran salvarse porque un cacique local, al momento de defenderse, observó que utilizaban estrategias de defensa europea medieval, la cual era desconocida en ese entonces, por lo que les ofrece a ambos un trabajo de enseñanza para las nuevas generaciones mayas en estrategias de defensa y ataque.

A cambio, se le otorga como regalo a Gonzalo Guerrero, una mujer maya de nombre Ix Chel ka án, con la cuál obtiene nupcias apegado a las tradiciones de la cultura maya, y procrean tres hijos, una hembra y dos varones. Guerrero rápidamente adopta todos los usos y costumbres de la tribu maya, a tal grado que años después que Cortés arriba a esta zona, no lo puede reconocer: su cuerpo sufrió cambios notables, entre otros tatuajes, perforaciones en las orejas y acoge también la vestimenta típica de los mayas. Incluso, casi olvida por completo el castellano, a tal grado que le cuesta comunicarse con Cortés.

Posteriormente, Guerrero declina la oferta del conquistador de acompañarlo en su exploración y próxima conquista, también se niega a regresar a España o a la Isla de la Fernandina (Cuba). Su principal argumento hacia Hernán Cortés es: “ahora soy como ellos, allá nadie me reconocerá después de tantos años, seguro me dieron por muerto, ahora tengo una familia maya; esposa e hijos los cuáles defenderé”.

Legado y muerte

Finalmente, a Gonzalo Guerrero se le va a considerar traidor de la Corona Española por defender, en múltiples ocasiones, los ataques españoles a las tribus mayas del sur de México y Centroamérica, mientras que de este lado del océano es considerado para algunos como un héroe. Morirá defendiendo como jefe maya a los suyos en Puerto Cortés, cerca de San Pedro Sula, Honduras el 13 de agosto de 1536.

Gonzalo Guerrero, un personaje con una historia fuera de foco que todavía en la actualidad se le da poca luz.

Referencia:
Mateo-Sagasta, 2011. Caminarás bajo el sol

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