El Museo del Prado recupera y exhibe un Murillo robado en 1897: una historia de arte, misterio y justicia histórica
El Prado exhibe el boceto de Murillo robado en 1897 y recuperado tras más de un siglo de incertidumbre.
SUMARIO: La periodista María Esther Beltrán Martínez narra el asombroso hallazgo y regreso temporal al Prado de un boceto de Murillo robado hace más de un siglo y localizado en Francia.
Por María Esther Beltrán Martínez / Foto: Museo del Prado
Un Murillo perdido vuelve al Prado
El Museo del Prado expone nuevamente Santa Ana dando una lección a la Virgen, un valioso boceto de Bartolomé Esteban Murillo que fue robado en 1897 y localizado décadas después en el Museo de Pau, en Francia. La pieza, perteneciente originalmente a la colección de Isabel de Farnesio, llega a España como una cesión temporal por diez años.
La historia, digna de una película, comenzó cuando un técnico del Louvre —durante un inventario realizado en 2024— sospechó que la obra podría ser un Murillo auténtico. Ese hallazgo reactivó una colaboración internacional para verificar la identidad del cuadro y gestionar su traslado.
Una investigación que cruzó archivos, museos y fronteras
Voceros del Prado informaron que el descubrimiento fue posible gracias a la coordinación con los Museos de Pau y del Louvre, así como autoridades culturales de ambos países.
Para formalizar la cesión del boceto, el Museo Nacional del Prado trabajó con el Ministerio de Cultura para los trámites de traslado y préstamo.
Desde principios del siglo XX existían sospechas de que la pintura estuviera en Pau. En 1906 ya se mencionaba en prensa la posibilidad de que un boceto de Murillo robado estuviera en Francia. En 1909, el diario El Imparcial reportaba que la obra “está expuesta al público en el Museo Municipal de Pau”.
La hipótesis se reforzó con un artículo de 1936 del periódico Ahora, que retomó el caso y las negociaciones fallidas para su restitución.
El inventario francés confirmó las sospechas, y el catedrático Benito Navarrete validó la autenticidad tras ser contactado por especialistas del Louvre.
A pesar de ello, la consulta en archivos oficiales españoles sobre el periodo 1897–1917 no arrojó documentos concluyentes.
La obra formará parte de un nuevo recorrido en el Prado
El boceto será exhibido desde el 1 de diciembre dentro del recorrido dedicado a Isabel de Farnesio, como parte del proyecto “El Prado en femenino”.
El legado de Murillo, pintor mayor del Barroco español
El Museo del Prado recuerda que Bartolomé Esteban Murillo nació en Sevilla, donde fue bautizado el 1 de enero de 1618. Huérfano desde los nueve años, formó su estilo entre la influencia de Francisco de Herrera el Viejo y el tenebrismo de Zurbarán.
Fue uno de los grandes retratistas y pintores religiosos del siglo XVII, célebre por sus imágenes de la Virgen y el Niño, así como por las múltiples versiones de la Inmaculada Concepción.
En 1660 fundó la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, junto a Francisco de Herrera el Joven. Su etapa más prolífica llegó tras la muerte de su esposa en 1663. Murillo falleció después de una caída mientras trabajaba en un altar en Cádiz.
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