abril 29, 2024

 “Medidas más duras ante el COVID-19

dan mayor capital político”

Carlos Petersen

Por Dr. Pedro Gonzáles Castro y

Dr. Rutilo Tomás Rea Becerra

A un año de que apareciera la actual pandemia, a nivel mundial fue necesario realizar muchos cambios y ajustes no solo a nivel productivo, sino también en la convivencia social. Hemos sido participes involuntarios de nuevos tipos de relaciones. Ahora el trabajo a distancia, al igual que la educación han tomado cartas de naturalización.

La súbita contracción de mercados mundiales ha empujado a millones de personas a la extrema pobreza. Un renglón que ha sufrido un impacto negativo es el que corresponde a los servicios primarios de salud, situación que a largo plazo tendrá su respectivo impacto en el desarrollo del capital humano. Salud y economía han sido el binomio más difícil de sortear y, por supuesto, el objetivo de mayor atención para los buitres financieros.

Desde luego que el Fondo Monetario Internacional verá la ocasión para tejer sus redes y embaucar a los mas desorientados y que decir de los grupos neoliberales que, aprovechándose de la vulnerabilidad regional, esperan deseosos intervenir para su beneficio en la economía del país. Para ello, han preparado la estrategia que les permita manipular a través de los “mass media” tanto nacionales como internacionales, de grupos intelectuales funcionales, de “bots” y demás etcéteras. Se han dado a la tarea de crear una red de infodemia, tan mezquina, logrando infiltrarse hasta los rincones menos pensados.

Sembrar el miedo y la discordia han sido las fórmulas que más se han explotado históricamente. Para ellos, los neoliberales, la pandemia no es mas que solo un bastión que provee los recursos necesarios. La dinámica actual ha dado lugar a radicales cambios de las rutinas cotidianas. Nos hemos distanciado físicamente de nuestros familiares, amigos, colegas y vivimos con el miedo a enfermar, con el miedo a morir.

La agresividad ha hecho veredas por estos caminos de desasosiego. La vemos en el tráfico cotidiano, al abordar el transporte, al hacer algún trámite en dependencias gubernamentales. Al igual, la calle se ha vuelto cómplice del robo, del asalto, del asesinato; se ha vuelto tierra de nadie. Realidad y discurso oficial, no mas no empatan. Pero lo peor, el autoritarismo y la demagogia se han convertido en el pan de todos los días en el reino del revés.

Con tal de conseguir sus propósitos, el ejecutivo estatal miente y engaña de tal manera que hasta el cinismo se ha convertido en desvergüenza. Ha manejado la información de forma tal que ha logrado crear una disonancia cognitiva en la población. Ahora resulta que malinterpretamos lo que ocurre a nuestro rededor, nos han hecho creer que somos responsables de sus malas decisiones y que, dado que poseemos una abstracción selectiva, centramos la atención en aquellos aspectos negativos. Somos incorregibles.

Desde el año pasado, su discurso ha girado en torno al regaño. En Jalisco, se amenazó con su aterrador “botón de emergencia”, el cual sería activado ante el inminente incremento en los contagios, situación que sería ampliamente avalada por la sacrosanta mesa de salud integrada por grandes eminencias, misma que proclamaron terminar con la pandemia en un dos por tres (y de eso ya va para un año).

Alfaro también llamó a cuentas a la población jalisciense por no respetar la responsabilidad individual, dijo: “que cada ciudadano se haga cargo de sus salidas, su exposición al virus y sus posibles contagios. De ese tamaño fue la sentencia. Mientras que por un lado acusa al ejecutivo federal de esconder datos y de no saber manejar la crisis, por otro celebra la masiva apertura de playas, bares, cantinas, restaurantes. El botón de emergencia, indudablemente, fue pensado en afectar lo menos posible las actividades económicas; comercio y actividades de ocio fueron los más favorecidas

Total, que los más afectados han sido aquellos que integran la economía informal, los obreros, albañiles y demás personas que de manera estoica han afrontado la pobreza a que han sido sometidos. Ahora que se acercan los comicios, muy probablemente el panorama no cambie después de las elecciones. Cómo entonces tener credulidad de que las cosas irán a cambiar si los bolsillos siguen estando al día.

Indudablemente que las posibilidades de que gocemos de un sueldo que nos permita disfrutar de una vida digna, que cubra nuestras necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud y educación para la familia, sigue siendo un horizonte muy lejano para muchos. Pensar que ser conscientes del por qué no ganamos lo suficiente, suena a burla cuando vivimos con tantas carencias.

Es difícil guardar cordura cuando se tiene tantas carencias, cuando otros solo buscan el voto para seguir gozando de privilegios mal habidos. Dicen que el hambre es canija y mas el que se la aguante. Por ello, es necesario encontrar respuesta al dilema: seguir viviendo en la miseria y soñar que algún día nos sacaremos la lotería o participar políticamente exigiendo a los gobernadores, diputados y demás electos a cargos públicos cumplan con su trabajo.

 

SI TE AGRADA ESTE PROYECTO AYÚDANOS A MANTENERLO Y CRECER, DONA A LA TARJETA OXXO 4766 8416 4653 8598

NUESTRO AGRADECIMIENTO.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Verificado por MonsterInsights