abril 27, 2024

Por José Guadalupe Rocha Esparza

Las manos maravillosas de Adriana tocan mágicamente la galleta para convertirla en una obra artística, acompañada de su indiscutible paciencia, sensibilidad, creatividad e inspiración desde la preparación de la masa, refrigerar, cortar, hornear, pintar, glasear, deshidratar, secar, matizar y embolsar, sublime arte manual llamado entre sus pares como “galletear”.

Desfilan uno a uno los insumos, tales como mantequilla, azúcar glass, huevo, harina, royal icing, polvo de merengue, colorantes comestibles, así como agua, obleas, diamantina, sprinkles, matizador, junto con selectivos instrumentos de trabajo, empezando por la batidora, moldes o cortadores, perforadora, pinceles, deshidratador, bolsas celofán, listones y caja.  

Tiene a la vista una galleta de 71 gramos, 11 por 8 centímetros, cuyo modelo se llamará “Ángel de Bautizo”. Contiene la respiración, toma la manga, duya, cople y ligas, empezando el trazo de la aureola, pelo, ojos, pestañas, ceja, nariz, boca, chapetes, ropón y rosario, incrustando las alas-obleas. Orgullosa las empaca en Tepic a la medianoche. Misión cumplida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Verificado por MonsterInsights