Por José Guadalupe Rocha Esparza
Los calígrafos nos legaron hermosos libros sobre pergamino que escribieron con pluma de ave. Luego siguió la estilográfica o pluma fuente de 1870 inventada en Estados Unidos por Cross y años después aparecieron las marcas Waterman, Parker, Sheaffer, Eversharp, Pelikan, Montblanc, Lamy y recientemente Online. En seguida, las plumas atómicas.
Los niños de mi tiempo abordábamos la escritura con lápiz. Una vez que la caligrafía era aceptable, la maestra nos pasaba a escribir con tinta, adiestrándonos en el buen uso de la plumilla que mojábamos con cuidado en el tintero, recipiente de vidrio con un hondo embudo central que impedía se derramara la tinta sobre el cuaderno, el pupitre, o peor, en la ropa.
Qué deleite seleccionar la treintena de plumillas Esterbrook contenidas en diminuta caja individual para puntos gruesos, delgados y flexibles propias para letra cursiva inglesa. Hoy los bolígrafos con punta rodante y tinta de imprenta, junto con los plumones para trazo y dibujo o letra de molde. ¡Salva la letra manuscrita, en trazos fluidos, elegantes, con pluma fuente!
