mayo 14, 2024

Por Sergio Mejía Cano

Casi a finales del mes pasado, el presidente municipal de Tepic, Francisco Javier Castellón Fonseca, anunció que se llevaría a cabo una buena inversión económica en el bacheo de calles de la capital nayarita; y además, que terminará a tambor batiente su gestión entregando diversas obras públicas.

Desde luego que esto de ponerse a bachear en plena temporada de lluvias sí que da en qué pensar, porque se supone que esto se debe hacer en otro tiempo como de secas o en invierno, pero no en plena temporada lluviosa.

Lo extraño del caso, es que hoy en día con tantos avances tecnológicos, ¿qué no se habrá descubierto o inventado ya una especie de concreto o asfalto capaz de resistir durante décadas sin que se descarapele con el paso de los vehículos o cada temporada de lluvias?

Porque no es posible que a cada rato se tengan que reparar los baches que se vuelven a formar, tanto en el mismo lugar como a un lado de los que se recubren y así sucesivamente; y todo porque no se raparan para perdurar, sino para que al año siguiente o antes, estén igual o peor.

No sé si haya tenido razón o no una maestra de la materia de Español de segundo año, cuando cursé la secundaria, pues en ese entonces, estaban arreglando lo que antes se conocía como avenida “Las Torres”, que hoy es la Calzada Lázaro Cárdenas, que está precisamente a espaldas de la secundaria en comento, en la colonia Morelos, en Guadalajara, Jalisco. Sin embargo, los trabajos quedaron inconclusos porque habría cambio de administración municipal, para después retomarlos en el siguiente trienio. Así que al peguntarle a la profesora por qué no habían terminado de arreglar dicha avenida, nos respondió que si hay algo que les deje ganancias a los políticos, son precisamente las obras, pues si por ejemplo, un costal de cemento cuesta 25 pesos, lo facturan en 50 o 75 y a veces hasta en 100 pesos; por lo que algo se le tiene que dejar a la nueva administración que viene, y así se la van llevando.

Y cuando se determinó pintar de los mismos dos colores a todos los camiones del servicio de transporte urbano, ahora fue el maestro de la materia de música de tercer año de secundaria, quien nos dijo que posiblemente algún político tenía una fábrica de pintura o había comprado considerable cantidad de botes de pintura y por eso se había ordenado uniformar a todas las líneas pertenecientes a la Alianza de Camioneros de Jalisco. Y esto, porque antes de que se homologara el color de las diversas líneas de camiones que había en aquel entonces en la Perla Tapatía, cada línea tenía su propio color, característico en cada una de ellas; pero el primer cambio fue que se pintaran los camiones de verde y blanco, sin embargo, al parecer a alguien no le pareció la idea, y al poco tiempo después se les cambión el color verde por azul, quedando un buen tiempo azul y blanco.

Así que volviendo a esto del bacheo en plena temporada de aguas, pues como que despierta cierta suspicacia, porque la mayoría de los tepiqueños de ambos sexos sabe y entiende que, así se bacheen las calles en otros tiempos que no sean de lluvia, aun así se vuelven a formar los mismos baches y otros más, tal y como si fuera el cuento de nunca acabar o la historia sin fin.

Todavía hay gente que recuerda que a Tepic se le llegó a decir la ciudad de los siete climas, porque en un rato puede estar soleado y en un instante ya está cayendo un tormentón. Así que supongamos que en una mañana soleada comienzan a bachear una calle; pero aún no termina de secarse el parche, cuando se suelte la lluvia, entonces de nada servirá ese parche recién puesto porque la corriente de agua formada por la lluvia deslavará el material con que había recién tapado un bache. ¿O no es posible esto?

Por más buenas intenciones que haya de reparar los agujeros de los baches, mientras no se consiga un material duradero y eficiente, de nada servirán dichas intenciones, porque queda claro que es dinero desperdiciado totalmente.

Pero si algo hay que aplaudirle a Castellón Fonseca, aparte de que ya pronto terminará su gestión como presidente municipal que pasó con más pena que gloria, es que por lo menos ya le puso atención a los canales y alcantarillas de las que muchas de ellas estaban saturadas de basura, porque esto podría impedir acumulamiento de agua e inundar más diversas zonas de Tepic, tal y como sucede cada temporal de lluvias. Aunque esto de las inundaciones de algunas colonias tepiqueñas también ya es cosa de cada temporada de lluvias. A ver qué.

Sea pues. Vale.

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