Por Sergio Mejía Cano
En una de sus recientes conferencias matutinas, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), exhortó a los gobernadores electos que no se conviertan en “tapaderas” de las irregularidades en el uso de recursos públicos que pudieran haber cometido sus antecesores. Y señaló que algunos de los gobernadores salientes tal vez no manejaron bien sus fondos y recursos, porque algunos de ellos no tienen ni para pagar la nómina de sus trabajadores.
Hay quienes afirman que si hay alguien menos informado en el país es el mismo presidente en turno; sin embargo, hay otras voces que dicen lo contrario, que el Presidente de la República, es quien está más informado de todo lo que acontece en el país. Y da el caso de que, por algo, AMLO ha advertido a los próximos gobernadores y gobernadoras que tomarán la batuta de sus entidades en los próximos días y semanas, pues no por nada dijo AMLO que “ahora que hay problemas en algunos estados en donde habrá cambios, los que van a entrar están planteando que no se les entregue todo, porque al entrar ya no va a quedar nada”. Sin embargo, AMLO abundó en que, si bien se les han adelantado recursos a los gobernadores con problemas, el caso es que principalmente la ayuda es para que cubran la nómina de los empleados y no por otra cosa; porque los trabajadores tienen que recibir su sueldo, sus ingresos, y que para eso es la ayuda a las entidades con problemas financieros.
Y, además, AMLO hace una reflexión que bien pudiera calzarles y calarles a más de uno o una de los gobernadores salientes, pues se pregunta a sí mismo el presidente: “¿Por qué no administras bien? ¿Por qué no aplicas un plan de austeridad? ¿Por qué sigue el derroche? ¿Por qué solapaste al que endeudó al estado y no dijiste nada? ¿Porque te ayudaron en la campaña? ¿Por qué estableciste una relación de complicidad? Entonces, eso es lo que sucede y es lo que se está combatiendo”.
Y con estas reflexiones presidenciales, se podría decir enfáticamente que cualquier parecido con la realidad, no es pura coincidencia, pues por algo lo ha dicho y afirmado, y esto deja ver claramente que AMLO sí está al tanto de la situación del porqué varios de los gobernantes están en problemas financieros. Y por lo mismo se intuye, que así el mismo presidente alabe a un gobernador o gobernadora, sabe muy bien de qué pie están cojeando y el porqué de sus conflictos y reclamos en su entidad; por lo que ahora, velada o abiertamente, según como se le quiera ver a este llamado con reflexiones, AMLO le está diciendo claramente a quien le venga el saco, por qué no administró bien, por qué siguió el derroche que tanto se le criticó a su antecesor, por qué se solapó a quien se documentó en su momento que había dejado endeudado al estado, y lo que sería peor: por qué estableció una relación de complicidad; y desde luego, por qué no aplicó un plan de austeridad durante los últimos tres años en que ya estuvo en funciones esta administración federal que desde un principio proclamó precisamente esa austeridad.
Por esto y más, se deduce que los gobernadores de los estados del país están bien monitoreados; y si bien se dice que ya no hay espionaje, obviamente se intuye que la información del cómo están actuando varios o todos los gobernantes del país, fluye en varios sentidos e incluso hasta en las redes sociales; y claro, de los que quieren quedar bien, que nunca faltan. Así que los gobernadores entrantes se deben de poner muy bien las pilas y no solapar ni tapar alguna o varias de las posibles trapacerías de sus antecesores, porque también lo advirtió el propio AMLO, de que “los que están llegando no vayan a convertirse en tapaderas, porque les va a afectar”.
Se podría decir que antes era una práctica común el que un gobernante entrante, de los tres niveles de gobierno, tapara a su antecesor aplicando aquello de borrón y cuenta nueva, sobre todo en la era priista y desde luego también panista, para en lo sucesivo, al entrante, cuando saliera, tampoco lo cuestionara su sucesor y así hasta el infinito. Sin embargo, como nada es para siempre, tendría que llegar el día en que, si ahora un sucesor pretende cuidar las espaldas de su antecesor, bien podría irle mal por la advertencia de AMLO; y que tal vez ahora sí estén bajo la lupa y que ahora sí los llamen a cuentas aun en funciones.
Desde luego que la mayoría, si no todos los que han ocupado un cargo público, podrían tener una larga cola que les pisen. No nos consta, pero su estilo de vida lo dice todo.
Sea pues. Vale.
