abril 28, 2024

Por Gaby Alvarado

Morena nació como partido movimiento a raíz de la necesidad de que el pueblo llevara al poder a Andrés Manuel López Obrador con el proyecto de nación, un proyecto que viera primero por los más desprotegidos, recuperara la soberanía nacional y luchara en contra de la corrupción e impunidad como bien lo menciona en su libro “Esto soy”. Y se logró, porque más de 30 millones de mexicanos salieron a votar por la 4T; después de ello, su nivel de aceptación se ha sostenido hasta en un 75% y su liderazgo ha trascendido más allá de Latinoamérica.

Por supuesto que lo anterior ha tenido su costo, morena ya no tiene al frente AMLO como líder del partido, él está ocupado en gobernar un país que quedó en la ruina después de décadas de embestida neoliberal y el capitalismo rapaz; luego, se encuentra un partido que le queda a deber al pueblo en las elecciones del 2021 al ofertar perfiles políticos que obedecen a intereses individuales o grupales, al centralismo, las alianzas, los acuerdos y el pragmatismo con impresentables provenientes del  Verde, Nueva Alianza, PT; amarres, acuerdos, sin olvidar las luchas internas, fueron elementos que al conjuntarse tuvo como resultado el asalto al partido con madruguetes, encuestas que jamás se aplicaron, envío de delegados a los estados a decidir candidaturas por dedazo y  la intervención del TRIFE  provocó que en los estados donde hubo elecciones llegaran a las posiciones de elección popular nuestros principales adversarios en primera plana utilizando incluso, la paridad de género; esa falta de respeto a los principios de la 4T ha deteriorado la idea por la cual se fundó el partido junto con su militancia, esa que ayudó a su construcción y hoy, son acusados de sectarios, egoístas y acaparadores, etc, cuando los que son así, son los que llegaron al poder, los del ala neoliberal, infiltrados en morena como caballos de Troya, “políticos dispuestos a la traición a la vuelta de cambio, morena así, no nos sirve” así lo mencionó Paco Taibo en su participación en Diálogos por la democracia, porque no podemos permitir que se convierta en un partido elitista y cupular, que continúe la falta de institucionalidad e invisibilizar al partido creando estructuras paralelas.

Morena tiene una responsabilidad histórica no solamente con la militancia y los simpatizantes de nuestro partido desde su fundación, tiene la responsabilidad con el pueblo, de rendir cuentas, de responder ante la sociedad pues gracias a la marca del partido como a la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador llegaron al poder y a las posiciones tanto legislativas como administrativas; luego entonces, están obligados no sólo a no mentir, no robar y no traicionar, sino demás cumplir las funciones con entereza sin involucrarse en la vida orgánica del instrumento de lucha, un partido que tiene en sí su propia responsabilidad: seguir organizando al pueblo. Y la pregunta: ¿Estarán dispuestos a cumplir? ¿Qué peligrosa es la decisión de la llamada Alianza popular con la elite, con sólo gobernadores, diputados y senadores? ¿Acaso la alianza no debiera ser siempre con el pueblo? Porque es de fundamental importancia trabajar con los perfiles que provienen de los movimientos sociales auténticos, ¿Qué tan importante es que crezca el partido? ¿Cuáles son los desafíos?:

1.- Poner un freno a las estructuras paralelas pues cada actor político debe cumplir sus funciones ya sea legislativas como administrativas y dejar que el partido haga lo que le corresponde.

2.-Hacer crecer a Morena, pero no de manera clientelar, ni con estructuras paralelas sino a través de la democracia participativa y el involucramiento social que debe de ir de la mano con el Instituto de Formación Política para redireccionar la causa y regresarle el poder al pueblo respetando la INSTITUCIONALIDAD Y LAS FUNCIONES DE LA SECRETARÍA DE ORGANIZACIÓN.

3.- Que no haya opacidad en el tema de las finanzas pues morena es la primera fuerza política que debe tener la pulcritud suficiente para que exista la confianza en la administración de los recursos que le pertenecen al pueblo.

4.- Que las asambleas, así como los acuerdos a los que se lleguen por medio de la participación de los consejeros nacionales sean respetadas precisamente como lo marcan los estatutos. Se debe respetar a la militancia que fundó el partido, a las bases, a la estructura de morena en cada uno de los estados y a su máxima autoridad que es el Consejo Nacional, pues vamos como bien lo dice nuestro presidente, “A la mitad del camino”, viene la revocación o ratificación de mandato y todos los mexicanos, debemos estar listos para continuar con la ruta de la Cuarta Transformación.  

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