Por José Guadalupe Rocha Esparza
Suetonio o Cayo Suetonio Tranquilo, abogado, retórico, tribuno de una legión, gran historiador, secretario de Adriano, amigo de Plinio el Joven y Tácito, escribió preciosas anécdotas y detalles de la vida privada de los emperadores romanos, en sus obras “Los doce Césares”, “Retóricos ilustres” y “Vidas de Terencio, Horacio, Lucano, Plinio, Juvenal y Persio”.
Decía que Augusto sólo permitió a sus legados militares que fueran a ver a sus esposas en los meses de invierno. Castigó con la muerte a centuriones que abandonaran su puesto. Embelleció con mármol a Roma, en monumentos tales como “Marte Vengador” y “Júpiter Tonante”. Eligió jueces desde la edad de 20 años. Acabó con todos los pillos y ladrones.
Decía que Augusto distribuía dinero a todos los niños desde los 11 años de edad en situación extraordinaria. Dio brillantes y numerosas muestras de afabilidad. Alguna vez le dijo a Tiberio: “No te indignes si hablan mal de mí. Mucho es que ya no puedan hacernos nada”. Recomendaba entrar a Roma por la noche para no molestar a nadie con vanas ceremonias.
