abril 27, 2024

Por Sergio Mejía Cano

Pues al parecer, mucha gente no hizo caso al llamado del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, respecto a que sí habría clases ayer 06 de junio, ya que la mayoría de padres de familia no enviaron a sus hijas e hijos a la escuela, porque parte del magisterio nayarita había pregonado que no habría clases debido a la protesta por la ahora llamada “Ley Navarro” que, en sí, y que el mismo gobernador ha confirmado, retomó la ley anterior a la que se le llamó ley antiburocrática.

En su momento, la ley a la que también se le denominó como “Ley Polo”, fue duramente criticada porque les quitaba a los trabajadores del estado y municipios de nuevo ingreso, las prebendas y conquistas laborales con las que cuentan los trabajadores con antigüedad anterior a 2019. Y al parecer esto sigue vigente en la nueva ley recientemente aprobada por el Congreso Estatal.

Pero como casi siempre sucede, ahora se aplica el viejo dicho de que el hilo se revienta siempre por lo más delgado y, en este caso, todo indica que los trabajadores del estado y municipios en Nayarit ya no contarán con las prebendas y conquistas laborales con las que cuentan los trabajadores que hayan entrado a laborar hasta antes de 2019. Y he aquí lo que se considera por demás incongruente, pues está dicho y confirmado que, a trabajo igual, salario igual; además de la no discriminación tan clara en caso de que unos trabajadores tengan más privilegios que otros siendo que trabajan para el mismo patrón.

Lo más curioso es que, si Navarro Quintero se dice seguidor del presidente Andrés Manuel López Obrador, y de que está siguiendo su ejemplo para gobernar, entonces por qué no recuerda que, cuando se habló de una protesta de los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), porque en el año 2008, el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, hizo reformar junto con el sindicato de electricistas, su Contrato Colectivo de Trabajo, en donde los nuevos trabajadores de la CFE que hayan ingresado en el 2008, ya no contarían con las mismas prestaciones laborales con las que contaban los antiguos trabajadores, considerando el mismo presidente López Obrador esto como una aberración y, precisamente en una de sus conferencias matutinas, fue cuando mencionó aquello de que a trabajo igual, salario igual y, que no tenía por qué haber diferencias entre trabajadores cuyas labores eran prácticamente las mismas.

Ahora bien: el mismo gobernador Navarro Quintero ha dicho que se deben acabar los privilegios de unos cuantos y el sacrificio de muchos; entonces, por qué no empezar revisando los enormes salarios que percibe la clase política, por qué no hacer que, los puestos de regidores sean por honorarios y que no tengan tan altos sueldos; acabar de bien a bien con las aviadurías, que se revise uno a uno a los profesores y maestros de ambos sexos, las plazas asignadas y si en verdad las trabajan, que se investigue a quienes se ostentan como profesores y hasta maestros; pero que jamás o casi nunca han estado en un salón de clases y frente a un pizarrón y con un gis en las manos, también a esos profesores y maestros dizque comisionados, pero que tienen buenos salarios que, muchas de las veces nunca han desquitado. Pero, sobre todo, que se obligue a pagar a los influyentes y gente de enormes recursos económicos a pagar sus contribuciones, predial, luz, agua, tal y como lo ha informado López Obrador de que ahora sí pagan impuestos-contribuciones quienes antes no pagaban ni un cinco. Esto, claro, para estar acorde tanto a nivel federal como estatal, porque no es sacrificando a los trabajadores como se van a engrosar las arcas estatales, sino obligando a todos los ciudadanos sin importar su estatus económico, a contribuir al bienestar del estado de Nayarit.

Pero volviendo al paro laboral del magisterio interrumpiendo las clases, deberían de tomar en cuenta el daño que causó y sigue causando en determinados casos, la interrupción de clases debido a la pandemia, por lo que el estudiantado sufrió un colapso en la enseñanza-educación y, de que habría que tomar en cuenta que, para los menores de edad, un día sin enseñanza es todo un universo de conocimientos que se pierde.

Queda claro que, la lucha social siempre tendrá qué hacer algún tipo de presión para ser tomada en cuenta; sin embargo, se debe entender que no es lo mismo que la basura se acumule en las esquinas por paro laboral del personal del aseo público o que no haya servicios públicos, a que se interrumpan las clases.

Sea pues. Vale.

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