Por Sergio Mejía Cano
El día de ayer, 19 de enero, en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se celebró el 80 aniversario de la fundación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), una institución de Salud que a tiras y tirones ha logrado llegar hasta nuestros días, por lo que, de acuerdo a lo dicho por AMLO, en su administración se ha estado fortaleciendo cada día más y asegura que el abasto de medicamentos está garantizado por lo menos hasta el próximo año.
Añadió el presidente de nuestro país que ya se está cumpliendo con el sistema Bienestar cuyo proyecto es atender a toda la población mexicana aun quien no esté asegurado por alguna empresa o negocio, sino que la atención deberá ser para quienes hayan nacido con la nacionalidad mexicana.
Se ha documentado que el IMSS a lo largo de su vida activa ha sufrido muchos sinsabores, sobre todo en cuestión económica, pues ha habido ocasiones en que se ha informado que prácticamente ha estado a punto de la quiebra; sin embargo, ha logrado salir avante. Una de las cuestiones que más se han especificado es debido a que con la carga de las pensiones tanto de sus mismos trabajadores como al de la población en sí, se han adelgazado considerablemente las arcas de esta institución de Salud, sobre todo cuando ahora es más la planta de pensionados que de personal activo y aún más porque en ocasiones la clase patronal suspende la afiliación de algunos de sus trabajadores por lo que baja considerablemente la aportación de las cuotas de la planta laboral de algunas empresas y negocios; pero aun así se sigue poniendo énfasis en que la clase patronal asegure a sus trabajadores y con las cuotas tanto patronales como de los trabajadores, el IMSS se fortalezca más con la ayuda del gobierno Federal.
Y como casi siempre sucede, entre los derechohabientes del IMSS hay quienes lo critican y otros que lo aplauden; los primeros porque según pláticas les ha ido mal en cuanto a atención se refiere, y los otros, porque han recibido un buen servicio. Posiblemente esto se deba a la suerte de cada quien, porque sí se han dado muchos testimonios de negligencias médicas, falta de atención, citas para con los especialistas con mucho tiempo de espera, se dice que hasta con varios meses y, desde luego, la falta de medicamentos en las farmacias de este instituto, así como la mala cara de los encargados de surtir las recetas y dar poca información cuando no hay algún medicamento.
Pero así como hay gente a la que siempre le va mal en cuanto a atención de cualquier tipo, también se dan testimonios de gente que afirma que recibió una atención adecuada, citas prontas y buena atención de recepcionistas; aunque eso sí, malas caras por lo regular en las farmacias tal vez debidas a la saturación de trabajo de los empleados encargados de surtir las recetas; sin embargo, al parecer nadie les hace ver que los pacientes no tienen ninguna culpa de que su carga de trabajo sea muy pesada o así la vean estos encargados y encargadas de las farmacias del IMSS.
En 1982, los trabajadores del Ferrocarril del Pacífico fueron aglutinados al IMSS, ya que antes contaban con médico y medicinas contractuales en donde la atención era única y exclusivamente para el personal ferroviario y sus familias. Cuando se anunció que los ferrocarrileros serían pasados al IMSS hubo muchas protestas de los trabajadores, porque de algún modo tenían familiares que pertenecía al IMSS y les platicaban de la saturación en la atención y casi siempre un mal servicio; sin embargo, de todos modos, el personal ferroviario pasó a recibir atención médica en el IMSS y, los hospitales que pertenecían tanto a los mismos trabajadores como a la empresa ferroviaria tuvieron que apechugar. Pero, como no hay mal que por bien no venga, de no haber pasado al IMSS, ahora los ferrocarrileros no tuvieran derecho a la pensión que otorga el IMSS; aunque hoy en día estuvieran atenidos nada más a la pensión de Bienestar y nada más.
En 1982, hubo antiguos ferroviarios que, a pesar de estar en contra de pasar al IMSS y al ver que no habría marcha atrás en esta disposición, les hicieron ver a los más jóvenes que no olvidaran aquello de “más vale tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”, pues fuera como fuera, de algún modo era mejor tener al IMSS que quedarse sin nada de atención médica, lo que hubiese sucedido en 1998 cuando se volvieron a privatizar los Ferrocarriles Nacionales de México.
Así que felicidades y enhorabuena al IMSS.
Sea pues. Vale.
