Por Sergio Mejía Cano
Pues vaya papa caliente que le dejaron al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al heredarle tan costoso avión del que no puede desprenderse y que ha generado infinidad de críticas al respecto tal y como si la actual administración se hubiese embroncado con este artefacto.
Pero sin lugar a dudas de que cuando se trata de crear un distractor a nivel nacional, AMLO se las gasta bien, pues no sería tan descabellado pensar que el haber anunciado que también existe la posibilidad de rifar el avión que tanta polémica ha causado la puesta en venta, el almacenamiento en los Estados Unidos y desde luego todos los gastos que esto ha generado, haya sido un buscapiés para tantear la reacción de la ciudadanía, porque queda claro que tal vez nadie en sus cinco sentidos compraría un boleto para la supuesta rifa, por lo que todo esto indica que más bien haya sido una estrategia con el único fin de tantearle el agua a los camotes tanto de los adversarios como de quienes aplauden todas las decisiones de AMLO sin ver, que festejan hasta posibles ocurrencias como podría ser este anuncio de la rifa.
Aunque también podría ser que esto de la mentada rifa sea para que todos y cada uno de los mexicanos nos pongamos a pensar en caso de que alguien se sacara esta rifa del tigre rasurado, y que nos preguntáramos a la vez o preguntarnos veladamente como el clásico de “¿y ustedes que hubieran hecho? Porque queda claro que en el hipotético caso de que sí se llegara a rifar este aparato, ¿qué haría un ciudadano común en caso de ganar la rifa? Porque es un hecho muy claro que quien se llegara a sacar el cachito premiado, serían más problemas que beneficios, en el entendido de que qué haría un obrero en caso de ganarse el avión. Desde luego que lo más sensato sería tostonearlo, pero da la casualidad de que hay candados en el supuesto caso, ya que el mismo AMLO ha dicho que no se permitiría malbaratarlo; sin embargo da la casualidad también de que quien se sacara el avión en la rifa, bien podría alegar que ya una vez siendo dueño del tremendo aparato (sin albur) podría hacer con él lo que se le plazca, ¿o no es así? Bien podría aceptar hasta un millón de dólares y ahí está su avión, y ahí se ven.
Aunque queda claro que tal y como están las cosas hoy en día, también sería un peligro de inseguridad para el ciudadano común que se llegara a sacar el avión, porque tal vez sería ubicado de inmediato y así lo haya malbaratado posiblemente aun así sería buscado por la delincuencia para quitarle lo poco o mucho en que lo hubiera vendido el dichoso avión.
Pero en la probable estrategia de que nomás haya sido un buscapiés para ver la reacción ciudadana, podría existir la posibilidad de que muchos mexicanos le tomen la palabra a AMLO de que a la mejor está solicitando una ayuda tal y como se la dieron al Tata don Lázaro Cárdenas del Río cuando la expropiación petrolera en marzo de 1938 en que se ha documentado de que muchos mexicanos llegaron a Palacio Nacional a donar lo poco que tenían para paliar la deuda contraída con las compañías petroleras extranjeras, pues se dice históricamente que acudieron mexicanos hasta con gallinas, cerdos, alcancías y todo lo que pudiera significar algo de valor para que el Tata salvara parte de la deuda con el extranjero. Así que en este tono podría haber infinidad de mexicanos que a sabiendas de que no se sacarán el avión en caso de que se hiciera realidad este mitote, aun así contribuyan haciendo un sacrificio económico y llegaran a comprar su billete para la rifa del avión.
Y obviamente que las redes sociales no se iban a quedar atrás en cuanto a infinidad de memes al respecto de la supuesta rifa del avión presidencial, pues casi desde el momento en que AMLO se refirió a ello, comenzaron a salir en las redes sociales comentarios de todo tipo, tanto a favor como en contra, pero de lo más ilustrativos y algunos de ellos con mucha razón refiriéndose a qué se tendría qué hacer si no cabe en la cochera de quienes la tienen o en dónde estacionarlo si no cabe en la calle y tal vez no se permitiría estacionarlo en el campo deportivo del barrio. En fin, toda una serie de chascarrillos y situaciones que en sí y mirándolos de bien a bien, son para ponerse a pensar, porque un avión así posiblemente no lo quieran ni siquiera la gente pudiente por lo costoso que resultaría su mantenimiento, pero sobre todo las descomposturas que llegara a tener, que es lo más probable que llegara a suceder, y más en nuestro país.
Sea pues. Vale.