abril 28, 2024

“No debemos olvidar que

no se hace la historia sin

grandeza de espíritu, sin una

elevada moral, sin gestos nobles”

Rosa Luxemburgo

Por Dr.  Pedro Gonzáles Castro

y Dr. Rutilo Tomás Rea Becerra

El 11 de marzo, el Director General de la Organización Mundial de la Salud declaró: “…Desde la OMS hemos llevado a cabo una evaluación permanente de este brote y estamos profundamente preocupados tanto por los alarmantes niveles de propagación y gravedad, como por los alarmantes niveles de inacción. Por estas razones, hemos llegado a la conclusión de que la COVID-19 puede considerarse una pandemia…”

El origen del Coronavirus se presume en Wuhan, China, en diciembre 2019. Su expansión pronto rebasó fronteras afectando a la población de más de 210 países, entre ellos México, donde se detectó el primer caso en el mes de febrero. De entonces a la fecha, las medidas adoptadas por este país han sido las convenientes y han sido ampliamente reconocidas por la OPS/OMS[1]

El actual Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, ha sido claro respecto a las medidas de seguridad sanitaria, las cuales no están dirigidas hacia el ciudadano como individuo, sino a reducir temporalmente los elementos estructurales que promueven la concentración de sujetos (el trabajo, la escuela y las actividades recreativas). Subraya que no es necesaria la coerción sobre los ciudadanos. No se declara un estado de excepción, y por lo tanto, no habrá toque de queda, ni situaciones que pudieran generar desabasto.

Bajo la consiga “primero los pobres”, las autoridades federales enfrentan esta pandemia con una perspectiva muy diferente a la adoptada en 2009. En aquel entonces, Calderón emitió un Decreto por el que se ordenaban “diversas acciones en materia de salubridad general, para prevenir, controlar y combatir la existencia y transmisión de la influenza estacional epidémica”, lo que en realidad se convirtió en una suspensión de garantías.[2]

Se otorgaba poder al secretario de Salud [Córdova Villalobos] para, entre otras acciones, aislar personas, inspeccionar a todo sospechoso, ingresar a domicilios, utilizar todos los recursos del sector público, social y privado, regular el transporte, suspender congregaciones de personas, realizar compras de manera discrecional sin procedimiento alguno.[3] Lo que dio lugar a un enorme dispendio de recursos económicos a cuenta del erario público.

A nivel internacional, la influenza se convirtió en un enorme negocio para la oligarquía financiera y jefes de estado. A nivel local, se otorgo un sustancial apoyo económico a empresas, se les permitió  reprogramar el pago de sus créditos, se otorgo un descuento en las cuotas al IMSS, se redujo el pago de ISR, etc. Mientras tanto, el grueso de la población tuvo que cargar en hombros la debacle económica.

 El actual presidente de México ha sido claro desde el principio al sostener que: “es importante invertir, pero también hay que pagar impuestos”. Se ha terminado los rescates a las grandes empresas, no tendrán acceso a la multimillonaria devolución de impuestos, el pueblo ya no pagara sus facturas, ni socializará perdidas para privatizar ganancias.

Desde luego que ello, no ha sido del agrado de muchos empresarios y, por supuesto, es una oportunidad que la oposición no desperdicia. Aprovechan la coyuntura para medir fuerzas y excusas les sobran para irse juntando.  Por ejemplo, esta la Alianza Centro-Bajío-Occidente, y los que quieren reactivar la economía. Solo por mencionar algunos.

En el caso de Jalisco, la población comienza a vivir situaciones de angustia debido principalmente por el prolongado confinamiento. Hemos sido retirados de nuestra rutina cotidiana, estamos más tiempo en casa, salimos a lo necesario. Quienes perciben un salario seguro es menor la incomodidad, sin embargo, quienes no cuentan con un salario o bien han sido dados de baja en su empresa, son personas que empiezan a tener zozobra.

La pandemia se ha convertido en un discurso público, en donde los medios de difusión y comunicación han contribuido a una sobreexposición como estrategia para opacar temas como las desapariciones, las olas de asesinatos, los feminicidios, la violencia intrafamiliar, los robos, la pederastia, los casos de influenza y sarampión. Sumémosle el enorme aparato publicitario que está desplegando un gobernador como el de Jalisco, para convencernos que “esta haciendo bien las cosas”

Indudablemente, la relativa privación sensorial de que estamos siendo objeto, afectará negativamente nuestra salud física y emocional; consecuentemente  impactará en nuestro entorno inmediato. De eso hablaremos en nuestro próximo abordaje. Por lo pronto, vayámonos adaptando al cubre bocas que, cual amuleto, será nuestra defensa contra el enemigo invisible. 

[1] https://www.paho.org/mex/index.php?option=com_content&view=article&id=1526:ops-oms-abandera-el-apoyo-al-sector-salud-y-destaca-la-coordinacion-del-sistema-de-naciones-unidas-en-la-respuesta-de-mexico-ante-la-epidemia-de-covid-19&Itemid=499

[2] https://www.proceso.com.mx/325181/325181-los-enganos-virales-de-calderon

[3] Idem.

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