DETRÁS DE LA PIEDRA ESTÁ EL SAPO

Sí por México, PRI, PAN, PRD, MC

“En una democracia los pobres tendrán más

poder que los ricos, porque hay más de ellos,

y la voluntad de la mayoría es suprema”

Aristóteles

Por Dr. Pedro Gonzáles Castro y

Dr. Rutilo Tomás Rea Becerra

De un tiempo a la fecha, los grupos oligárquicos han estado golpeteando al gobierno federal, quieren seguir gozando de esos privilegios que les permitían dedicarse al estraperlo y saqueo. Es indudable que han creado una serie de estrategias para ello y, sin titubear, algunos gobernadores, diputados, senadores, lideres de partidos de oposición, cámaras y demás oportunistas se han mostrado prestos para participar.

Sistemáticamente han creado figuras cimentadas sobre terrenos pantanosos de posverdad, permeando hasta lo más árido de la mancha poblacional. Utilizan cualquier evento para manipular situaciones a modo y, cual fieles pupilos “gobbelianos”, gritan, vociferan y maldicen cuando se dan cuenta de que son descubiertos.

Dicen que los sapos saltan en tiempo de lluvias. Vivimos tiempos electorales y ya muchos andan buscando sus piedras para entonar sus lóbregos cantos. Sumado a los ya conocidos grupos de ataque, se encuentra la un “movimiento político” que se autonombra “Sí por México”, integrado principalmente por organizaciones y fundaciones de ultraconservadoras, financiadas por las cámaras empresariales y personajes ligados al más rancio conservadurismo. A últimas fechas, a este grupo se ha sumado el PRI, PAN, PRD y MC.

La justificación de estos partidos políticos es crear una agenda y comprometerse con la ciudadanía, lo cierto es que buscan, a como dé lugar, tener el poder, libertad total para la explotación de los recursos naturales y el manejo discrecional de los recursos económicos. Como dijera Esopo: son lobos con piel de oveja.

La confrontación con el titular federal es encarnizada, oportunista y descarada. El ariete, conformado básicamente por diez gobernadores, avalados por su correspondiente sequito, una y otra vez se han manifestado bravuconamente, queriendo arengar a las masas y para ello han estado actuando estratégicamente. Los cafres se han enquistado en los círculos de poder y ni el más hábil piojero ha podido desterrarlos, por la sencilla razón de que se acabaría el negocio a muchos.

Como muestra, veamos lo que está ocurriendo en el estado de Jalisco. Se ha convertido en un excelente campo de experimentación con tintes fascistoides. Bajo el disfraz de la pandemia se determinan horarios para salir a la calle, para hacer compras, se ha privado de la posibilidad de convivencia y diversión. Se redujo los tiempos de servicio de transporte al igual que el número de unidades en circulación; se nos esta orillando a un inmovilismo castrante.

Se habla de que los hospitales públicos están saturados, pero no se menciona que los nosocomios privados están vacíos. La reconversión hospitalaria solo ha servido para seguir sangrando al erario bajo miles de pretextos. Miles de pequeños comercios han tenido que cerrar, no hay un plan de apoyo para reactivar la economía local. Quienes por diversas circunstancias se han sumado a la economía informal, hoy se encuentran atados de manos.

Triste la realidad de muchos, por la necedad de pocos. El escenario está dispuesto, la guerra psicológica ha sido eficiente y sistemáticamente se ha minado la resistencia, salir a la calle ya se ha convertido en un gran reto pues, sumado al riesgo de enfermar, no se está exento de ser víctima de algún delito. El hogar que antes era sinónimo de descanso actualmente es una extensión de tu oficina, el teletrabajo, situación que le ahorra a las empresas muchos gastos; pues los hemos asumido como propios.

Los profesores, los alumnos y sus familias han tenido que comprar aparatos y pagar servicio de internet para continuar con el proceso educativo, mientras la autoridad correspondiente permanece indiferente ante la distracción de recursos inicialmente orientados al sector educativo. Muchas empresas se han desentendido de las necesidades de sus empleados, los dejan a su suerte toda vez que han cumplido su jornada laboral. La explotación ha mostrado nuevas facetas para su ejercicio.

Llama la atención el hecho de que los grandes supermercados se encuentren en contubernio y cierren los fines de semana ¿qué habrán negociado que les reditúe lo suficiente para amortiguar las perdidas? ¿Alguna oferta relacionada con el uso de suelo? Muchas preguntas empiezan a resonar en las calles. En días pasados el titular del estado decía “no vamos a aguantar mucho” y en eso tiene razón, el pueblo está llegando a una situación critica en la que ya no admite sus burlas y engaños.

Definitivamente esto es una revolución y no se vale titubear. Algo se está cocinando en los sótanos locales del poder y no podemos quedarnos de brazos cruzados. Tomemos nuevamente las calles y hagamos eco en las redes, es tiempo de empoderarnos. Obras son amores y no buenas razones. Solo en los cuentos los sapos que se convierten en príncipes.

¡Ya es mediodía señores y el pescado sin venderse!