“Padres, abracen a sus hijos antes que lo haga el crimen: mensaje de Grecia Quiroz tras el asesinato de Carlos Manzo”
Sumario: Grecia Quiroz García llama a las familias mexicanas a formar con amor y valores a las nuevas generaciones tras el asesinato del alcalde de Uruapan
Por Manuel Rueda / Tu Revista Perfiles
La voz de Grecia Quiroz García, esposa del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, se quebró ante cientos de ciudadanos que acudieron a despedir al hombre al que definió como “el mejor presidente de México”. Su discurso no solo fue un homenaje de amor y coraje, sino un grito por la educación temprana y la reconstrucción del tejido social.
“No mataron al presidente de Uruapan, mataron al mejor presidente de México”
Con el dolor reflejado en el rostro y la fuerza que solo da la pérdida irreparable, Grecia comenzó su mensaje con una frase que conmovió a todo el país:
“El día de hoy no mataron al presidente de Uruapan, mataron al mejor presidente de México, al único que se atrevió a levantar la voz, a debatir, a hablar con la verdad, sin temor a nada”.
Agradeció el respaldo del pueblo uruapense y recordó las caminatas, las firmas y los sueños que compartió con su esposo para transformar la vida pública de su municipio.
“Apagaron su voz —dijo— pero no apagarán su lucha”.
Un legado de servicio y amor al pueblo
Grecia recordó cómo Carlos regresaba de madrugada, exhausto pero feliz, después de los operativos municipales.
“Él decía: la gente es primero, el pueblo es primero. No importaban las horas perdidas de sueño si podía ver sonreír a la gente en las calles”.
Prometió continuar su legado a través del gobierno independiente que ambos impulsaron, con un compromiso firme hacia los sectores más vulnerables.
“Seguiremos apoyando a todo aquel que lo necesite”, afirmó ante una multitud que respondió con aplausos y lágrimas.
Educar desde el hogar: la enseñanza más dolorosa
El momento más crudo y poderoso de su discurso llegó cuando habló no solo como viuda, sino como madre y ciudadana.
Con voz temblorosa pero firme, lanzó un llamado nacional a las madres y padres de familia:
“Madres de familia, cuiden a sus hijos, edúquenlos por el buen camino. Ayer no solo murió él, murieron dos.
Porque en otra casa también hay una madre llorando.
Si esa madre hubiera educado a su hijo con amor, si lo hubiera guiado, quizás hoy mi Carlos seguiría vivo”.
Grecia pidió que las familias mexicanas vuelvan a mirar de frente a sus hijos, que no teman corregirlos, hablarles, o incluso —si es necesario— llevarlos ante la justicia antes de perderlos en el crimen.
“Más vale ir a la cárcel a ver a nuestros hijos, que ir a llorarles al panteón”, citó con fuerza, evocando una de las frases más duras y recordadas de su esposo.
Una promesa: la lucha no termina
Entre sollozos, Grecia cerró su mensaje con una promesa que hizo vibrar a los presentes:
“Te lo juro, Carlos: esta lucha no se termina.
Por ti, por nuestros hijos, por lo que soñamos, seguiremos adelante. ¡Y un paso atrás, jamás!”
El público respondió con el mismo grito que acompañó al movimiento del sombrero que lideró Manzo:
“¡Ni un paso atrás!”, convertido ya en símbolo de resistencia ciudadana.
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