abril 28, 2024

>> En Ley General de Educación Superior, se puede apreciar entre otros, el asunto del financiamiento para las Instituciones de Educación Superior, el respeto a su autonomía y la fiscalización.

Mtro. Andrés García Torres

El regreso a clases en el nivel superior en la Universidad Autónoma de Nayarit es una realidad, ya bien de manera presencial, ya bien de manera virtual. El sano ejercicio que propuso el Rector de la misma para que sean las propias unidades académicas las que deliberaran sobre el regreso a clases, es un ensayo altamente democrático; y es que así deben de ser las cosas en la Universidad, de cara a la sociedad.

Pudimos constatar como los directores, con los jefes de grupo realizaron este ejercicio de participación responsable para tomar los acuerdos en el retorno a clases.

Varios son los escenarios que deberá enfrentar nuestra máxima casa de estudios en los días por venir. Lo que debe tener en claro la sociedad y el gobierno, es que la Universidad hoy día ha permanecido a la altura de las circunstancias que le tocó vivir en la pandemia, ya bien, resguardando la salud de sus estudiantes y maestros, con educación virtual; ya bien con la opinión de los investigadores de la salud y recientemente hasta con el apoyo de opinión en fenómenos meteorológicos.

La Universidad no ha dejado de trabajar, los maestros y los alumnos deberán retornar a las aulas, donde en algunos casos podrán apreciar que la obra pública universitaria no ha parado y se han reparado muchos espacios universitarios para la instrucción, el conocimiento, la ciencia, el deporte y las artes.

En el tema orgánico administrativo, tenemos en ciernes una sucesión rectoral, en donde se va a estrenar el recién integrado Consejo General Universitario. Esperemos que no exista interferencia de lo externo en sus formas eleccionarias que cubre con su manto la autonomía.

No estaría de más darle una leída (propios y extraños) en el tema universitario a la novedosa Ley General de Educación Superior, en donde se puede apreciar entre otros, el asunto del financiamiento para las Instituciones de Educación Superior, el respeto a su autonomía, la fiscalización de estos entes públicos y Ojo, muy importante: el fondo especial para la presupuestación de la función estadual de brindar educación superior. En el presupuesto de egresos 2022, deberá contemplar el recurso necesario para hacer efectiva la “gratuidad” en la prestación de este servicio, -compensando supongo-, con el financiamiento suficiente para dar asertividad a esta garantía constitucional:

¡Derecho humano de avanzada!  

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