Por José Guadalupe Rocha Esparza
Ignacio Ovalle despliega paso a paso, en 60 páginas y 3 gráficos, la evolución hacia la autoconciencia, contenida en el quinto capítulo de su ensayo “Evolución de la conciencia”, revelándonos las mutaciones de un espíritu, resumen de toda interioridad, hacia una plenitud de expresión, base del respeto, tolerancia, justicia, solidaridad y voluntad de servicio.
Comienza por describir la evolución por la vía del contraste: nada se crea ni se destruye, sólo se transforma. Todo fluye hacia lo más simple o entrópico o avanza hacia lo más complejo o evolucionado, como la propia vida y la conciencia. Describe la ruta del proceso evolutivo: noósfera, biósfera y fisiósfera. Señala los pasos entre materia, vida, mente y autoconciencia.
Concluye que la autoconciencia es el triunfo apoteósico de la interioridad, con el riesgo de involucionar hacia la inconciencia o regresión entrópica. Avanzar o morir; ser o no ser. Evolución o entropía; progreso o decadencia.
Nos invita abrir bien los sentidos para descubrir que ese bello planeta es el nuestro y tener la conciencia de conservar su variedad y su hermosura.
