abril 27, 2024

Por Andrés García Torres

En una colaboración anterior denuncié públicamente el estado de abandono en que se encontraba la casa Fenelon. Lo hice aquí en Revista Perfiles, pero considero que se eliminó mi comentario precisamente por soez. Muy amablemente Don Manuel Rueda me dijo que se iba a actualizar la página y sólo quedarían las colaboraciones recientes. Yo entendí: no fui políticamente correcto en mi comentario. En aquella ocasión narré como pude observar desde los cristales y puerta de entrada, como la casa Fenelon tenía tierra en sus pisos y como dijera la canción “restos de humedad”. Ello cuando andaba en mis diligencias de abogado postulante que por necesidad tenía que acudir al centro, encontrar estacionamiento e ir a hacer mis depósitos de garantía para los juicios de amparo en tramite al Bansefi, el cual ya le cambiaron de nombre.

Después de aquel hallazgo, tuve la oportunidad de trabajar para la UAN, precisamente en el Control Interno y en mis diversas entrevistas con los administradores y hacedores de la política Universitaria, yo metía el tema de la Casa Fenelon. Las razones eran obvias y que no voy a repetir. Ya anteriormente tuve la oportunidad como Auditor General en el Estado de Nayarit, de atestiguar como se le invirtieron cantidades importantes de recursos para rehabilitar éste inmueble y otros dos más en el centro histórico de Tepic, por lo que ver el abandono en que se encontraba dicha “casa” me pareció una irresponsabilidad, pero más irresponsables me parecieron las respuestas.

No voy a abundar más en el tema, pero incluso lo comenté con el Delegado del INHA en el estado para preguntarle si existía la posibilidad de obtener recursos de la federación para restaurar el inmueble. La respuesta fue favorable, sin embargo se trataba de gestión, de gestión y dinero. Hice el coraje por no ver respuesta inmediata, incluso llegué a proponer que se albergara ahí el archivo histórico de la UAN, que se asentara el salón de Rectores y que se utilizaran sus patios y paredes para exposición del talento cultural en la entidad y sobre todo del talento Universitario. Pasaron los meses, un año creo yo o poco más y para mi sorpresa, en días recientes al concluir el mes de octubre de éste año 2019, vi un comunicado en Twitter de la @UAN_Oficial donde se invitaba al público en general a su re-apertura. Acudí presuroso, escuché los acordes melódicos, los discursos de los responsables de remozar y mantener abierto el lugar, así como el discurso del Rector. Atrás quedó mi berrinche, salí del evento con la satisfacción de que finalmente se puso atención en el asunto, no a mi gusto, no con mi afán, ni con mi iniciativa y al evento ese fui un “no-invitado”. Aun así, acudí a la reapertura.

La reflexión QUE ME QUEDÓ, es que hay cosas que “no se dicen” y cuentan mucho. Ésta es una de ellas y una de las más de cincuenta razones que iré compartiendo con la selecta casta de lectores que siguen a Don Manuel Rueda, que merece todo mi respeto por su profesional esfuerzo y sobre todo por su tolerancia para con los intolerantes como Yo. Otras de las cosas que “no se dicen” es la respuesta de los Universitarios a presentar su Declaración Patrimonial, -casi 4 mil declarantes- algunos por inicio, otros por conclusión y otros de modificación. Esto no se dice en las notas adversas, pero quiero decirles que el año inmediato anterior apenas alcanzaron las 200 declaraciones. Hay confianza y hay voluntad de cambiar las cosas en la UAN, pese a las resistencias naturales. Se generó mucha discusión –la UAN así es- no faltaron los eruditos que fundamentaban el porque NO declarar y yo y mis compañeros de trabajo recorrimos todos los espacios donde nos fue posible para exponer el porqué sí se debe declarar. La administración de la UAN hizo lo propio y nos dio difusión y apertura en Radio-UAN.

En éste mes de diciembre se retomará el tema en el Comité del Sistema Nacional Anticorrupción sobre la declaración patrimonial en el ámbito universitario, la modificación a un formato más flexible y nosotros estaremos atentos a sus resolutivos para volver a hacer el trabajo que “no se dice” pero que cuenta mucho y que no se hizo en muchos años y que ahora SÍ se hace. @maestrolimpio69

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