«Dicen que los pensamientos
de los sueños van derechitos al cielo.
Ojalá que los míos alcancen esa altura»
Juan Rulfo
Arturo Suárez Ramírez / @arturosuarez
Estamos a seis meses de ir a las urnas y votar por una nueva presidenta para un sexenio más, a nueve meses de que se termine una administración que va a entregar pésimos resultados en todos los rubros, lo que vemos apenas es la punta de un iceberg y ni, aunque llegue Claudia Sheinbaum será capaz de esconder el reguero de sangre y muerte que nos ha costado la 4T.
Pero faltan meses que serán una cruz muy pesada para los que no somos seguidores del mesías, para los que hacemos crítica, activistas, ecologistas, investigadores, y periodistas seguiremos recibiendo el embate del que se dice humanista, ningún argumento por parte del presidente para contestar interrogantes que son pertinentes, para este y cualquier otro gobierno. Para López todo está bien y lo secundan sus propagandistas que con Calderón y Peña fueron muy combativos, ahora no les preocupan las masacres porque están muy entretenidos en que López gane un concurso de popularidad contra el mandatario de la India o metidos en la campaña, vaya comodinos.
Pero como siempre la realidad termina por superar a la ficción que trae en la cabeza el Pejelagarto y a sus aplaudidores, pocas horas les ha durado el gusto de la inauguración de sus mágicas obras como el AIFA, Dos Bocas y el Tren Maya, en un corto plazo sabremos si son rentables o se tiraron millones y millones en caprichos, pero insisto, eso de sucumbir ante la violencia generalizada que vive el país y que no se ve por donde pueda detenerse a pesar de sus estadísticas mañaneras.
La realidad son las masacres que ya suman más de 45, la guerra por las plazas entre cárteles de las drogas, decapitados, secuestrados, cobro de piso y una larga lista. Claro que la lucha incluye a los tres niveles de gobierno que se han declarado incapaces y el Federal abandonó su obligación constitucional de brindar seguridad a todos los mexicanos en aquello de «abrazos y no balazos». Además, a López se le concedió la Guardia Nacional, se les dio un marco legal para que opere la Marina y el Ejército a quienes les dio poder, militarizaron al país los que se desgañitaban con Peña Nieto y terminaron el trabajo de Felipe Calderón al que le dieron la razón.
Faltan algo así como 32 semanas para que se vaya López a su rancho y hasta su estado natal Tabasco hoy es un foco rojo que se disputan los del crimen organizado, desafortunadamente y era tonto creer que el simple ejemplo del presidente bastaba para pacificar al país y con echar culpas y jugar al mártir no se resuelve nada.
En el calendario de este año tenemos marcado el 2 de junio para ir a las urnas y el clima de violencia sigue escalando, ¿a quién le conviene? El daño que ha hecho López Obrador es profundo y tardaremos años en repararlo, en encontrar la paz que prometieron y que no llegó … pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.
