Por Mtro. Andrés García Torres
Atrás van quedando las polémicas públicas y se dilucidan los derechos laborales y los procesos administrativos en las instancias correspondientes. Los Juicios de garantías al debido proceso y a los derechos adquiridos no se hacen esperar. El Congreso y el Poder Ejecutivo a través de sus abogados opinan lo propio como terceros interesados.
La normalidad democrática nos debe permitir ver estos acontecimientos con naturalidad. Recuerdo los tiempos en que Antonio Echavarría Domínguez fue Gobernador del Estado, estas prácticas de litigación se pusieron de moda en la opinión o quehacer público. A veces controvertía el Ejecutivo al Congreso Local, a veces el Congreso Local controvertía al Poder Ejecutivo. A su vez el Ejecutivo demandó a empresas el incumplimiento de contratos y la devolución de inmuebles patrimonio del Estado.
Ese es el lenguaje de la legalidad, que nos permite sin apasionamientos abordar un asunto público de manera civilizada y darle la razón en justicia a quien la tenga.
Escuché en radio UAN una entrevista a un Ex deportista muy conocido, que repite en el tema de servir a la juventud nayarita deportista y se comentó en esa entrevista que las instalaciones deportivas (de la UAN) no tienen mayor inversión para su restauración porque las reglas para su aplicación exigen que sea invertido en propiedad o patrimonio de la UAN; y como una buena parte de sus terrenos siguen a nombre del Ejido el Molino, pues no se puede acreditar la propiedad y en consecuencia las instancias inversoras en el tema del deporte no pueden destinar mayores recursos a canchas de futbol, pistas de atletismo, mesón de los deportes etc.
El Ejido el Molino según me enteré en la propia UAN, pide algo así como 20 millones de pesos para “ceder” el predio donde hace 50 años está sedimentada la UAN. Y por otra parte tenemos un inacabado proceso de “donación” del terreno del Estadio de Béisbol en Tepic a favor de la UAN, que bien podría servir para pagar ese monto al Ejido el Molino y lograra así que la UAN tenga en sus manos la escrituración de sus terrenos: “papelito habla”.
Se ocupa mucha iniciativa, mucha gestión y mucho conocimiento de la causa y de lo causado.
Así como en su momento señalé el tema de la casa Fenelón, hoy me refiero a este tema, con la esperanza de que se hagan las gestiones necesarias para que la UAN sea en verdad patrimonio de los Nayaritas.