abril 28, 2024

O ya no entiendo lo que está pasando o

ya pasó lo que estaba yo entendiendo”.

Carlos MONSIVÁIS.

Por Andrés García Torres

Se habla de la pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos. Yo no estoy ausente de la patria, pero sí de mis recuerdos cuando la vida se veía y escuchaba de manera analógica. La evolución a los sistemas tecnológicos ha cambiado el modus de vivir. Actualmente el mundo es la tecnología y la nueva religión es el púlpito de tu smartphone. Pero hay cosas que nunca van a cambiar. Empecemos por el zancudo del dengue y sus consecuencias. Yo no veo que se fumigue en las calles de Tepic contra el mosquito del dengue, ¿ha escuchado usted a algún familiar o conocido de que tiene dengue para estas fechas? Ni campañas de descacharrización o repartir el famoso abate para el control de larvas. Tal vez se deba a que casi no ha llovido ¡Esa es una nostalgia!

Otra nostalgia son los programas infantiles de la televisión pública o comercial los fines de semana, como los cuentos de cachirulo, la canica azul, yeyo el camello y tita la perlita, juan sin miedo, odisea burbujas, chiquilladas y chabelo. Algunas series externas como el hombre nuclear, el planeta de los simios (no me gustaba) viaje al fondo del mar, o ya de plano el crucero del amor y (me llegó tarde) Los años Maravillosos, digo que me llegó tarde porque cuando los descubrí ya no era adolescente. Pero me pareció un programa genial desde la perspectiva de un joven adolescente de esa época maravillosa de los finales de los 60 y principios de los 70 del siglo pasado. ¡Eso es Nostalgia! Ahora puedo verlos en YouTube en 112 videos y recordar esos momentos en que yo disfrutaba THE WONDER YEARS. La serie de televisión que inició un 31 de enero de 1988 y cuyo ultimó episodios fue el 12 de mayo de 1993, ya no me agarraron tan adolescente, pero sí vivía en el suburbio del Fovissste primera etapa; Y no en la década de los 60, sino finales de los 70s y todos los ochenta; ¡hasta que me casé con una de tupé! Eso también es nostalgia, por cierto: 33 años de matrimonio.

Nostalgia es recordar los bailes de las escuelas, las fiestas de cumpleaños y hasta las tardeadas de las discos, donde se supone que no se bebía alcohol. Lo peor que pudo pasar en aquella época de ir a bailar a la disco es que a alguien se le apareciera el diablo en el Barba Roja, … “por desobedecer a sus padres”. Eso también es nostalgia.

Nostalgia era ver la saga de Superman 1,2,3,4. En premier 70´s (ya no existe ese cine ni los otros de la época). Lo último que fui a ver mas reciente antes de que se crearan los video centros, y posteriores blockbusteres (renta de películas en formato VHS) fue cinema Insurgentes y Los cines de Casa Gallo. Después lo que me tocó es rentar video juegos, pero para mi hijo Max y sus primos. “Yo sí jugué video juegos”, le comento a mis hijos cuando me preguntan al respecto, Atari en la casa de Jorge Bustamante Barajas, ya cuando nos compraron a nosotros los famosos Ataris, ya teníamos más interés en las novias o los bailes. Me llegó tarde también el Atari, pero no la primera televisión a colores en casa, que era una Panasonic y lo impensable…. Una antena parabólica. Eso también es nostalgia.

Las semanas santas en Guayabitos, donde Tepic se trasladaba a la arena, adoquines, palmeras, jardineras y playa con vecinos de TEPIC. Eso también es nostalgia, hoy vienen puros “foranitos” a Guayabitos.

Por último, los agentes de tránsito (de crucero) ya casi no se ven o de plano no existen en Tepic, y vaya que sí hacen falta. Actualmente los agentes viales sólo andan en moto y haciendo limpia de placas de autos mal estacionados en el centro de Tepic, porque en los cruceros de las periferias donde vemos un alto índice de accidentes de tránsito, ¡pues nada! Se entiende el tema recaudatorio de las infracciones, pero el peatón queda en manos de Dios. Eso también es nostalgia. Hay cruceros donde cada fin de semana sino es que entre semana se ven percances automovilísticos, como en el crucero de la avenida insurgentes y dos de agosto, (frente al tecnológico de Tepic), Insurgentes y Bucerías (hasta la Alaska) donde la alta velocidad y la falta de luminarias hacen que se ponga peligroso para cualquier transeúnte, ya sea a pie, en moto o en coche o los que pasean con sus mascotas.

Hay muchas cosas que si generan nostalgia y las modernidades que ahora vemos sólo se conocen por usarlas de manera incorrecta por el crimen y la estafa. Y eso no genera nostalgia, genera estrés tanto consumismo inútil. Pero en fin “es mundo” dijera mi abuela María.

Subsisten los chocomiles del mercado y el menudo, aún hay esperanza en que pueda uno sobrevivir en este mundo; gente buena que cuida de sus mascotas y respeta a la naturaleza y mentes conscientes y avanzadas que aún no salen a la luz porque no es su momento; y abuelos bondadosos que trasmiten sus vivencias, experiencias y conocimiento de sabiduría a los nietos. La esperanza nunca muere… ¡Por eso es esperanza!

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