abril 28, 2024

Amigas y Amigos

Hoy estoy cumpliendo 69 años.

¡Me pareció que este año fue solo un suspiro!

No hace tanto anunciaba que le había dado 68 vueltas al sol; y ahora estoy diciendo que le he dado una vuelta más.

¡Uf…! ¡De verdad que el tiempo vuela!

El Maestro Universitario español del siglo XVIII, Vicente Wenceslao Querol, escribió un hermoso poema con esta idea de lo volátil que es el tiempo que intituló “Al tiempo que pasa”, en cuyos versos señala:

¡Huye el tiempo veloz!

 Rápido avanza

Llevando en raudo vuelo la ilusión,

la hermosura y la esperanza,

El grato afán, y el incansable anhelo.

¡Huye el tiempo veloz!

¿Quién su carrera podrá atajar?

¡Ni el ruego, ni el suspiro del amor o el dolor!

La primavera llega, y en veloz giro

pasa ya, y los ardores del verano

huyen con el retoño del árbol tierno,

cuando anuncia cano

al triste invierno, el moribundo otoño.

 

Ha sido este 2020 un año sumamente difícil. Nadie lo esperaba tan complicado.

No puede haber ahora grandes celebraciones con el dejo de tristeza que todos tenemos hoy por la muerte de los más de 54 mil hermanos mexicanos a causa de la terrible pandemia que desde hace ya unos meses el mundo viene padeciendo.

En estas circunstancias este es más el tiempo de las reflexiones y de la solidaridad.

Por más misántropo que sea un hombre siempre tendrá en su derredor personas que se preocupen por él y que le tengan aprecio.

En este sentido, yo me siento un hombre muy afortunado de contar con su estimación y su cariño.  A pesar de que para muchos de Ustedes no soy la persona que quisieran que fuera; hecho que me hace valorar mucho más su extraordinaria amistad.

Los últimos años de estos 69 que ahora estoy cumpliendo, los he dedicado a estudiar lo que ha sido la historia de la democracia en el mundo como forma de gobierno. Ello ha sido para mí una experiencia extraordinaria que me ha permitido tener una opinión sobre el debate político que se ha dado en México en las diferentes etapas de su devenir histórico.

Al respecto, decía George Steiner, que el pensamiento se descubre en la lectura; a mí así me ha acontecido con la idea de democracia.

De esta forma, he llegado concluir, como muchos, que en la discusión social

no hay verdades absolutas; y que todo hombre de una sociedad democrática tiene la libertad y el derecho de expresar su verdad.

En mis artículos y opiniones nunca he tenido a la intención de persuadir a nadie; en los mismos solo digo mi verdad. Por las citas, que en todos ellos hago, soy sin duda únicamente el cartero al que alude el mismo Steiner cuando señala:

 “Yo no escribo, yo solo entrego las cartas de los otros: Soy un cartero”.

Aunque para muchos, lamentablemente, como bien lo señala Jesús Silva-Herzog Márquez en su libro “Por La Tangente”:

 Pensar diferente es un absurdo.

Así estoy pasando mis 69 años.

Me siento como el árbol de la ñudosa carrasca de la que hablaba Fray Luis de León en su Oda XII que dedicó a Felipe Ruiz, donde dice:

Dichoso el que se mide, Felipe,

Y de la vida el gozo bueno

Así solo lo pide,

Y mira como ajeno

Aquello que no está dentro de su seno.

 

Si resplandece el día,

Si Eolo su reino turba, ensaña,

El rostro no varía

Y, si la alta montaña

Encima le viniere, no le daña.

 

Bien como la ñudosa carrasca,

En alto risco desmochada

Con hacha poderosa,

Del ser despedazada

Del hierro torna rica y esforzada;

 

Querrás hundille y crece

Mayor que de primero y, si porfía

La lucha, más florece

Y firme al suelo invìa

Al que por vencedor ya se tenía.

 

¡Un saludo para Todos!

¡Y muchas gracias por sus aprecios! ¡Mi mejor regalo!

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